Valeria....después del baile


No había dormido en los brazos de mi padre desde que era una niña, cuando había tormenta y me asustaba con los rayos, o cuando le pedía que no me dejara sola porque el monstruo podía venir y comerme. Ahora que lo pienso en el fondo no tenía tanto miedo, era solo un pretexto para estar cerca de él. Para dormir respirando su loción, para sentir que el mundo se detiene y solo somos el y yo.
Desperté como a medio día, si hubiera podido hubiera dormido el resto del día, pero tenía más hambre que sueño. No vi ni a Lorena ni a su padre, su ropa no estaba. Mi padre estaba en la terraza leyendo el periódico y comiendo. No tenía ganas de levantarme de la cama, pero lo que papá comía olía rico.
-          Ven a comer bella durmiente, se va a enfriar- mi padre no dejaba de reírse, cuando me vi en el espejo comprendí porque. Me veía fatal, mi cabello estaba todo enredado, tenía el cuerpo pegajoso de tanto sudor y fluidos corporales de todos, el maquillaje estaba corrido. En pocas palabras me veía del nabo.
-          Mmmmm ¿Por qué las actrices porno terminan de coger y su maquillaje esta impecable?- como pude me puse mi blusa y mi short, no veía los zapatos por ningún lado así que descalza me senté junto a papá en la mesita de la terraza.
Estábamos en el último piso y el edificio era muy alto así que nadie nos vería, a no ser que pasara un helicóptero o algo así. Prácticamente devore el platillo en 5 minutos. Papá estaba viendo la misma página desde hacía rato. Era la sección de sociales, lo que papá más detestaba en el periódico.
-          ¿Qué tanto ves?- se que estaba mal hablar con la boca llena, pero tenía curiosidad por saber qué cosa veía mi papá que le interesaba tanto. Y además era el último bocadito de pollo, el más sabroso.
-          Nada, solo me pregunto que sentiré cuando esto nos pase- mi papi puso el periódico delante de mí. Era la nota de una boda, en toda la plana fotos y fotos de los novios con distintas personas, partiendo el pastel, besándose afuera de la iglesia, rodeados de cientos de rosas rojas. Cursilería pura. Y en la esquina la foto de la novia bailando el vals abrazada a su padre.
-          Jajajajajaja, ahora si te pasaste Angel. Para que me case, si me llego a casar, faltan muchos años, mientras seguiremos haciendo el amor. Es más te prometo que aunque me case, seguiremos haciendo el amor- tome su mano entre las mías, estaba dispuesta a hacerle una promesa en serio- Papi de verdad, eres el hombre que más amo en el mundo y quiero estar a tu lado siempre.
Acabamos riéndonos de las fotos de la boda. De la cuñada con cara de envidia, del fastidio de los niños. De la cara de borracho del tío. Me senté en las piernas de papá, estaba tan feliz en ese momento. Acaricie su cabello entrecano y el rodeo mi cintura con sus brazos. Hundió su cabeza entre mis senos y comenzó a darme besitos en el escote.
-          Cálmate nos pueden ver- quite sus manos de mi vientre, me hacía sentir cosquillas.
-          Aquí no nos vera nadie, es la habitación mas alta y la única donde no hay cámaras de seguridad ni en el pasillo, ni en la terraza- papá comenzó a subirme la blusa, no me puse ropa interior así que mis senos quedaron descubiertos.
-          ¿Qué hay de tu amigo Chuy?- no pude evitar sonrojarme, un chico que en otra situación no hubiera volteado a ver me sorprendió esa mañana, literalmente me dejo un buen sabor de boca jejeje.
Mi padre me conto sobre Chuy, nieto del dueño, reprobó un semestre en la universidad y lo obligaron a trabajar de recepcionista nocturno. Y ahora esperaba con ansias las madrugadas en que papá llevaba “amiguitas” al hotel. Siempre pensaba que cada vez que papá salía en la noche era para atender un parto urgente (además de ginecólogo, papá es obstetra). Ahora sé que había otras cosas que no tenía ni idea de él.
El sol del mediodía hacia que comenzara a sudar, me sentía pegajosa y de seguro olía a sexo, pero a mi padre parecía no importarle. Le quite su camiseta y lamí su hombro, su piel sabia muy salada y olía a sudor. No me daba asco pero si me sentía incomoda.
-          Voy a bañarme- me levanté del asiento confortable de sus piernas y fui directamente al baño. Me quite el short y fue una delicia sentir el agua fría sobre mi piel. Mis pezones se endurecieron al contacto con el agua, escuche que papá corría la puerta.
Estaba desnudo, y no tardo en tomarme de la cintura y abrazarme por la espalda. Sus manos tomaron mis senos, los subía y después los soltaba, creo que le encanta ver como rebotan mis pechos grandes. Tomé el shampoo y me lave el cabello, papá agarro el jabón y comenzó a pasarlo por todo mi cuerpo. Me enjabonó la espalda, mis nalgas, mis piernas y después me voltee frente a él para que pudiera seguir enjabonándome.
Recorrió mis brazos, mis pechos y mi vientre. Se agacho para poder quedar frente a mi cosita y abrió mis labios vaginales, comenzó a lavarlos aunque poco a poco eso se convirtió en una masturbación. Me enjuague el cuerpo y le quite el jabón de las manos.
-          Ok, ahora me toca a mi bañarte- comencé a enjabonar su torso, sus brazos, baje por su vientre hasta llegar a su pene erecto. Jale el prepucio para atrás y le lave su cabecita al “doctor chorizo” como le llama cariñosamente mi papá a su pene.
Talle sus piernas e hice que se volteara para tallar su espalda y sus nalgas. Cuando termine y se enjuago me abrazo fuertemente y comenzó a besarme. Estaba muy excitada, cada vez que papá me toca me vuelve más sensible a sus caricias. Me recargó contra la pared y mientras me besaba el cuello subí mi pierna izquierda hasta su cadera. El introdujo su lengua en mi oído y yo tome su pene con mi mano, comencé a pasarlo por mi papayita, estaba húmeda, tenía ganas de que me penetrara. Acomode la cabeza de su pene en mi entrada y lo empuje suavemente.
-          No hagas eso Vale, se me terminaron los condones-
-          No importa, quiero sentirte, me tomo una pastilla después….. además no estoy en mis días fértiles…. Por favor papá, nunca lo he hecho así, quiero saber que se siente.
Papá me miro fijamente, el también lo había deseado desde hace tiempo, me beso e introdujo su pene al mismo tiempo. Ahí de pie, con el agua de la regadera cayendo sobre nosotros, nos unimos una vez más. Me agarre fuerte a su espalda, esto era algo distinto pero igual a la vez. Es asombroso como aprendo cada vez nuevas cosas con papá.
-          Mi niña….está calientito adentro de ti…..rico….. ahhhhh… mojadita como me gusta.
-          Papiiii……más……dame mas fuerte…..por favor……..quiero sentirte hasta el fondo….quiero tenerte dentro….muy dentro…..ahhhhh…… ahhhhhh……..ahhhhhhh
Comencé a venirme, clave mis uñas en su espalda del orgasmo tan supremo que estaba sintiendo. Papá dejo que terminara y saco su pene de mi vagina, se hinco y abrió mi cosita para lamerla. Cuando papá se propone darme placer vaya que lo logra. Chupó todos mis jugos y volvió a penetrarme, esta vez lo hizo más rápido. Papá estaba a punto de eyacular, lo sé porque tiembla cuando va a venirse. Le susurre al oído un “no me sueltes”, y escuche sus gemidos. Sentí su semen caliente inundar mi vagina.
Cerré la regadera y vi que papá se agachaba a observar mi cosita. Poco a poco su semen fue escurriendo de mi vagina, mi padre pasaba su mano y recogía todo el semen que podía. Después yo chupaba sus dedos con sabor a su semen y a mis jugos. Era tan excitante.
-          Deberíamos hacerlo más seguido papi, claro con precaución.
-          Si mi vida, tienes una vagina rica y apretadita- me beso suavemente y me tomo de la mano, salimos de la regadera. Y vi algo en lo que no había reparado antes.
El baño era bastante grande, había una tina de hidromasaje al fondo, no lo dude y en menos de un segundo ya estaba dentro. Papá la encendió y sentí el agua burbujear en mi colita. Se sentía delicioso y mas después de una noche de sexo. Mi padre se acerco a mí y siguió acariciándome. Besó mis pechos y abrí mis piernas para que pusiera tocar mi papayita.
-          Hija, estoy cansado, te importa si ahora sólo te acaricio, mi pene también tiene un límite…y la edad, ya sabes, ya no soy un jovencito.
-          Así que sólo vamos a fajar, está bien, pero prométeme que pronto nos escaparemos de nuevo a este hotel.
-          Todo lo que quiera mi princesa- sonreí, papá siempre termina por cumplir mis caprichos. Excepto el de tener un auto, papá me lo prometió sólo si mi promedio final en la prepa era de 9.0, y con un 8.4 de promedio….. olvídate del auto Valeria, no soy burra pero tampoco una sabelotodo.
Pese a mis caricias, el pene de papá tardo en responder y no era una erección muy satisfactoria. Pero no le dije nada y seguí masturbándolo despacio. Digo es comprensible, el pobre “doctor chorizo” estuvo activo varias horas, además así como estaba algo aguadito aun me seguía excitando.
-          ¿Papá crees que hicimos bien en ayudar a Lore a tener relaciones con su padre?
-          Claro que si mi amor, deberías haberlos visto cuando se fueron, parecían tan enamorados y felices- ahora el pene de papá se paseaba por mi entradita, mientras el recorría mis nalgas con sus manos.
Estuvimos así un rato, hasta que el pene de papá quedo bien erecto y me lo volvió a meter. Lo hacía tan suave, con tanta delicadeza, como si no quisiera lastimarme.
-          ¿Sabes porque te lo hago despacito mi niña?, porque te amo.
-          Yo también te amo papi, desearía que este momento no terminara jamás
No tardo en venirse de nuevo, la cantidad de semen era menor pero aun así sentí su calor en mi interior. Salimos de la tina y nos vestimos. Eran casi las 2 de la tarde, pasamos a una farmacia a comprarme la pastilla y llegamos a casa. El auto de mamá no estaba, mi padre me había dicho que le dejó un recado diciendo que estaba conmigo para que no se preocupara.
Entramos a casa y fui directamente a mi cuarto a cambiarme de ropa, cuando baje papá estaba en la sala leyendo una hoja de papel. Se veía bastante enojado.
-          Tu madre nos dejó.
-          ¿Qué?..... eso no puede ser cierto, tal vez esta bromeando papá, ella no lo haría- subí corriendo las escaleras y entre al cuarto de mis padres, en el closet no estaba la ropa de mamá. Empecé a llorar. Papá entro al cuarto y me abrazó- Ella sabe de lo nuestro, ¿se dio cuenta verdad?, por eso se fue.
-          No Vale, tu mamá explica todo en esta carta.
Tome la hoja y comencé a leerla, mi mamá nos decía que desde hace 4 años tenía un amante, hermano de una de sus amigas, estaba locamente enamorada de él y aprovecho que papá no estaba para huir con él. Era su oportunidad de escapar de “una vida que no resulto como esperaba”. Me dolió que ni siquiera me mencionara en la carta, ni siquiera se despedía de mí.
-          Y todavía ayer cuando fuiste al baile intente tener sexo con ella, y me rechazó, hace años que me rechaza, ahora sé porqué…… pensé que Mariana cambiaría, que dejaría de ser así.
-          ¿A qué te refieres con que mamá cambiaría?
-          Hija cálmate y siéntate. Te voy a contar la verdad sobre tu madre y yo.
Resulta que cuando papá recién se había graduado y estaba por comenzar las residencias conoció a mamá, ella estudiaba pedagogía en aquel entonces y tenía la fama de ser “fácil”. Esa misma noche en que se conocieron tuvieron relaciones. Antes ella ya había sido novia de media universidad. Papá acababa de terminar con una novia a la que amaba mucho así que empezó a salir con mi mamá para olvidarse de su ex. No era algo serio, mi mamá seguía acostándose con quien quisiera y con mi padre cuando el tenía ganas de sexo. Él ni siquiera la quería, solo era para pasar el rato.
Y un día mamá desapareció por más de un año. Se fue de su casa y nadie le dio importancia al asunto. Pensaron que había huido con alguien, ni sus padres parecían preocuparse. Papá comenzó a estudiar la especialidad en ginecología, y un día al llegar a su casa vio a mi mamá esperándolo en la puerta….con un niño en brazos.
-          ¿Tengo un hermano?, ¿Dónde está?
-          No lo sé nena, ni siquiera estoy seguro si ese niño era mío, tendría como 4 o 5 meses, tenía cierto parecido conmigo en las fotos que tengo de bebé, antes no había pruebas de ADN como ahora que es mas fácil.
Los padres de mi mamá la mandaron a vivir con una prima a otra ciudad, ahí tuvo al niño, pero regreso porque estaba casi segura de que el niño era de papá. A él le entro ilusión de que el niño si fuera su hijo así que se casó con mamá. Ella le prometió que cambiaria y que sería una chica más decente, una dama digna de ser la esposa de un doctor. Poco a poco se fueron enamorando, papá registro al niño y le llamaron Angel igual que el. Vivieron casi año y medio feliz, fue cuando papá abrió su consultorio.
Hasta que papá se entero de que su ex novia se casaba, y se emborracho para darse valor e irla a buscar. La chava obviamente rechazo a mi papá, cuando el llego a casa se peleo con mi mamá y ella se fue de la casa, le dijo que el niño no era hijo de él. No supo de ella hasta un mes después cuando una tía de ella le dijo que estaba en otra ciudad, en el hospital. Mi madre había tenido un accidente automovilístico, no era grave pero papá fue a verla y a pedirle que volviera. En el hospital le informaron que mamá estaba embarazada de 2 meses y medio, yo ya venía en camino y era la razón para que mamá y papá comenzaran de nuevo.
-          ¿Y qué paso con el niño?
-          Me dijo que se lo había dado en adopción a una prima de ella que no podía tener hijos. Dijo que ella y su esposo eran buenas personas y que Angelito estaría mejor con ellos. Como nunca tuve la certeza de que el niño fuera mi hijo acepte la decisión de tu madre, nunca lo busqué.
-          Papá y si lo buscamos, digo ahora se pueden hacer una prueba de ADN y ver si es mi hermano, desearía conocerlo.
-          Hija, primero lo primero, ¿el papá de Ramiro es abogado verdad?, pásame su número de teléfono, hasta donde yo sé lo que hizo tu madre es abandono de hogar

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