Mi cumpleaños y su cumpleaños.

aurita es toda pasión, fuego y entrega. Con ella cogemos de vez en cuando. El fastidio y lo rutinario de mi vida sexual me hacen desear a Laurita, ella está siempre ávida de pija, cuando nos sentimos así nos conectamos, hablamos, nos calentamos mal, deseamos todo el tiempo encontrarnos y cuando eso sucede nos matamos cogiendo hasta no dar mas. Luego nos calmamos por un tiempo volviendo cada uno a su vida, hasta que el deseo nos vuelve a juntar. 
Laurita quería festejar mi cumpleaños de una manera especial, Ya se había hablado de nuestros gustos y de nuestro deseos de experimentar, ella quería hacerme un regalo especial, una tarde de sexo donde me hiciera vivir algo desconocido para mi, algo que sacó de nuestras conversaciones y como a fin de mes vendría su cumpleaños, nos pusimos de acuerdo en que yo hiciera lo mismo para regalarle a ella. 
Cada uno debía aceptar el regalo del otro, esa era la consigna. 
Llegó el día del encuentro y como siempre la calentura que veníamos juntando en nuestra acostumbrada "previa" por chat nos hacia desearnos mal, nos encontramos por Recoleta y ya en el ascensor del hotel nuestras bocas se prendieron en un beso lleno de lujuria y búsqueda de lenguas. 
Cerramos la puerta de la habitación y la pared sostuvo el primer choque de cuerpos en llamas, no podíamos esperar a llegar a la cama, era ya, en ese momento, de pie, no había mas paciencia, el fuego interno no lo permitía. 
Con nuestras bocas mas calmadas pude sacarle la remera y besar todo lo que el corpiño me permitía mientras que mis manos lo desabrochaban para dejarme sus duros y dulces pezones para lamer y chupar...sabia todo lo que le gustaba esto y me quedé bastante tiempo jugando entre sus tetas. 
Volví a subir a su boca mientras que mis manos la agarraban del culo para poder refregar nuestros sexos ardientes de deseo. Desabroché su pantalón y pude ver que traía su mínima tanguita roja, me volvía loco, pasé mi mano por encima de su concha y pude notar que su tanga estaba empapadísima, se dio vuelta para mostrarme como se perdía en su culo ese delgado hilo dental que lo recorría. Me tenté y mordisquee sus cachetes, me encanta hacerlo, luego corrí un poco su tanga y con mi lengua lamí ese goloso agujero mientras que con una mano fui directo a su chorreante concha. El suspiro que dio cuando le apoye la lengua en el culo fue terrible y ahí, entre la lengua y mi mano le saque el primer orgasmo. 
Le arranque su tanga y el resto de ropa que me quedaba y nos tiramos en la cama...besos, caricias, una larga chupada de concha...un par de acabadas de ella y su pedido, casi rogando, que se la ponga. 
Con mi pija dentro de su concha fui muy despacio, se la dejé sentir bien adentro y la bombee muy despacio, estaba tan caliente que si aceleraba acababa enseguida, fui muy lento, ella la gozaba, gemía, volvía a acabar y me pedía que le acabe entre las tetas, sabía que venía juntando leche para ella toda la semana y la quería entre las tetas. 
Cuando vi que no iba a poder aguantar mucho mas, aceleré el ritmo y antes de acabar la saque y de un tirón revoleé el forro, me acerqué a sus tetas y le di el gusto, varios chorros de leche muy espesa cubrieron sus tetas y su panza, ella para calentarme mas la juntó con su dedo y se la fue metiendo en la boca de a poco, hasta quedar limpita, con su mejor cara de puta se iba tomando cada gota de mi acabada. 
estábamos tan transpirados que nos dimos una ducha y nos tiramos un rato en la cama. 
No pasó mucho tiempo hasta que nuestros cuerpos se buscaran y se encontraran en un sin fin de roces, caricias, chupadas y besos, ella me puso boca arriba y luego de recorrerme a besos fue, como era de esperar hasta mi pija. 
Literalmente me la exprimió. Se prendió a ella y la chupó terriblemente, le pasaba la lengua despacio y luego me la engullía hasta rozar mis huevos con sus labios, fue terrible, la gocé como nunca, verla tan engolosinada con mi pija, como la tragaba hasta el fondo y como me inundaba con cataratas de baba...poco a poco fui sintiendo el cosquilleo de la acabada que se aproxima pero todavía estábamos lejos, quería disfrutar de esa tremenda chupada. 
Me pregunté si quería que le acabara en la boca, si quería parar para seguir cogiendo...ellas seguía prendida a mi pija como si fuera lo único que existiera en el mundo así que por ahora mis preguntas no importaban....Yo gozaba como loco pero no sabía cuanto tiempo iba a aguantar... 
Ella me dijo: -Me vas a dar toda la leche en mi boca? 
-Si amor, toda para vos!!!! -le conteste- 
Unas cuantas chupadas mas y mi esperma caliente le inundó la boca, un poco se le cayó arriba mio pero ella se encargó de tomárselo todo, como había prometido. Mi pija quedó bañada en sus babas pero no le quedó ni una gotita de leche. 
Caímos agotados en la cama nuevamente, aun nos quedaba tiempo porque teníamos un turno de cuatro horas y todavía faltaba la sorpresa que tenía preparada para mi. 
Recuperamos un poco el aliento y Laurita volvió al ataque con el regalito prometido, tomó su mochila y diciéndome: - te acordás cuando me dijiste que querías un masaje prostatico?? , sacó un consolador, no muy grande para mi suerte, con una pequeña curvatura en la punta para llegar mas fácil a estimular la próstata... 
Que les pedo decir...esa era la consigna....aceptar el regalo, ademas recuerdo que cuando hablamos le dije que pronto me tendría que hacer un chequeo medico y que prefería que fuera ella la primera en desvirgar mi culito y no un dedo gordo y grande de algún medico proctólogo. 
Fue muy suave, me acarició la pija, me besó, me lamió el culo y me lo desvirgó suavemente con su dedo, tratando de hacerse paso entre mi apretado anillo...luego metió el aparatito vibrante, muy despacio, no niego que me dolió un poco, pero fue una sensación muy placentera que una mujer con mucha dulzura te lo haga...la sensación de estímulo de la próstata es única y difícil de detallar, me calentó muchísimo, el dolor indisimulable del aparatito se hacía placer al acariciar mi próstata y Laurita no quiso desperdiciar esa excitación así que luego de un rato de darme por popa, se puso en cuatro y la monté frenéticamente, gracias a su estimulación mi pija estaba bien dura y lista para la tercera descarga y decidí dársela con todo, bomba y bomba, los dos transpirados, jadeantes, gritando nuestra excitación para que alguien nos oiga , para que alguien se entere que ahí dentro, esa tarde hubo fuego. 
Caímos rendidos casi al tiempo del aviso de que faltaban quince minutos para la finalización del turno. 
Nos duchamos rápido y nos fuimos, cada uno a lo suyo. 

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