Romina y yo, cada vez más perversos

En el trabajo el día se me hizo interminable, necesitaba aliviarme, miraba a las chicas como un adolescente desesperado. Ni bien termine en el trabajo enfile con la moto a todo vapor para casa, entre y la vi a Romi en la cocina que estaba desnudita solo con una tanguita, la veía del comedor como le daba de mamar a la nena. 
-Hola, amor, te estaba esperando –me dijo mirándome perversamente, le dije que iba al baño y ya iba para la cocina. Me sentía ya recaliente con la situación, me moría de ganas de cogermela bien cogida. Me apure en el baño y fui a la cocina, cuando entré casi me muero, sentado enfrente de Romi, que no lo había podido ver por la ubicación estaba Oscar que también estaba totalmente desnudo, con su pija bien dura al aire. 
-Le pedí a Oscar que viniera así te dábamos una sorpresita, me dijo que lo calienta mucho ver como la nena toma la teta, por eso me desnude. 
-Cebate unos mates –me dijo Oscar. La vi a Romi levantarse y caminando moviendo ese culo hermoso que tiene yendo con la nena a acostarla a la pieza. Tome un par de mates con Oscar que no me hizo ningún comentario, me resultaba incomodísimo tomar mate con un tipo que estaba desnudo en mi propia casa y por cogerse a mi mujer. En un momento, me di cuenta que la manteca estaba arriba de la mesa, la iba a guardar y Oscar me dijo que la dejara que la había sacado a propósito para que estuviera a temperatura ambiente, sentí crecer de nuevo mi erección y vi que Oscar también se calentaba. En eso entro Romi a la cocina y se fue a besar con él se apretaron durante un largo rato en un momento Romi se puso apoyada sobre la mesa con el culito ofrecido. Lo miro a los ojos a oscar con su carita de puta. 
-Me vas a hacer bien la colita...? nunca había probado con manteca... ¿Será rico mi amor..., dijo mirándome? –Oscar la acostó de espaldas en la mesa y empezó a besarla y pellizcarle los pezones. 
-Despacito..., porfi..., me duelen... –se besaron profundamente mientras Oscar jugaba con su pija en la conchita de Romi, se separó de ella y le bajo un poquito la tanguita dejándola entre sus muslitos enganchada. Le junto las dos piernas con los pies cruzaditos y poniéndolas rectas sobre su pecho, agarrandolas con una mano, con la otra empezó a repartir la manteca por el culo de romi metiendole sus dedos alternativamente y luego de a dos o de a tres. 
-Hoy quiero mirarte a la cara mientras te rompo el culo. –Se unto un poco de manteca ahora por su pija y apoyo la cabeza en la entrada del culito. 
-Suave.., papi..., suavecito... –Oscar se la fue metiendo despacito, le puso solo la cabecita y se quedo quieto. 
-Que lindo la siento..., que rico..., me vas a coger mucho...? -Oscar empezó a bombearla lentamente mientras tenía sus tobillos juntos agarrados a la altura de su cabeza. La bombeó durante un rato enorme en el que Romi se iba poniendo cada vez más caliente. 
-Quiero que me llenes..., pero la conchita..., quiero que el cornudo vea bien como me llenas de leche..., así después me puede coger..., pobrecito... y siente toda la leche que me deja mi machito... –Oscar se la saco del culo y se fue al baño a limpiarse. Volvió y le separó las piernas, la tomo de la cintura y arrastrándola hasta el borde de la mesa se la clavo ahora en la conchita. 
-Que rica la siento..., que gruesa la tenes..., quiero que me llenes bien llena..., que mire el pajero... –y giró la cabeza a mirarme- te gusta ver como se cogen a tu mujer...? 
-Si. 
-Querés que me llene de leche...? o le digo que pare...?, no te escucho... 
-Lo que vos quieras 
-Lo que yo quiero lo hago..., te pregunté que queres vos... 
-Que te acabe afuera. 
-Pero no me vas a poder coger...., te vas a quedar calentito..., -puso cada vez más voz de puta- no tenés ganas de cogerme...? le digo que acabe afuera...? 
-No esta bien. 
-No esta bien que...? que me llene de leche de macho...?, mientras el cornudo mira....? 
-Si. –su sonrisa perversa se instalo en su cara. Lo miro a Oscar a la cara. 
-Bombeame bien duro hasta que acabes guacho..., bien al fondo dame... –Oscar volvió a poner ahora los pies de romi juntos con las piernas estiradas y empezó a cogerla cada vez más violentamente. 
-Que dura esta...!!!, partime al medio...!!!, dame como a la puta que soy...!!! –Oscar aceleró el ritmo y en un momento la dejo clavada. 
-Cuanta..., como la siento..., como te late la pija..., que delicia..., más...!!!, quiero más... –se incorporó como pudo y lo beso mordiéndole los labios. Los dos jugueteaban con sus bocas 
-Que rico me coges...!!! a tu mujer también la coges así....? 
-No a vos porque sos la más puta de todas y la que más me calienta. –la nena empezó a llorar y fui a ver que pasaba. Cuando volví a la cocina Oscar se estaba vistiendo y Romi seguía tirada en la mesa. Me pidió que lo acompañara a Oscar a la puerta que la beso un rato acariciándola y luego se fue, me dio la mano en la puerta mientras sonreía. Cuando volví a la cocina Romi seguía acostada sobre la mesa. 
-Arrodíllate al borde de la mesa y saboreame usada por otro..., pajero..., cornudo... –me arrodille y empecé a chuparla con detenimiento, ella iba contrayendo sus músculos vaginales expulsando leche de a poco- saboreala bien..., pajero..., cornudo.., ¿Te gusta la lechita...?, tenés que probar alguna otra..., así podes comparar... –estuve un rato larguísimo chupandola, no daba más de la calentura. 
-Te voy a dejar que me cojas sin forrito..., pero me acabas en la panza nada de adentro..., no quiero correr riesgos..., -me miro sonriendo perversamente, yo creía que estaba tomando pastillas, pero no lo sabía con certeza- Si tengo un hijo sabemos de quien va a ser. 
Se la metí un poco y sentía que estaba muy cerca de llegar. Mi pija latía como loca y si la bombeaba iba a acabar enseguida, Romi se acomodo y me metió su dedo medio al fondo de mi culo. La saqué como pude y enseguida salpique chorros de leche que llegaron hasta su cara y más lejos. 
-Que lastima que desperdicies tu lechita..., pajero.... y cornudo...

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