GUILLE Ahora me cogieron en el cine

Días después de aquella experiencia en el metro, mi vida seguía igual que hasta antes de eso. Regrese con Pepe y seguimos nuestra rutina. Me aplique en mi trabajo y trataba de no volver a tocar el asunto.
Pasaron cerca de dos meses y una tarde me llamó Luis Rey, me dijo que necesitaba hablar conmigo sobre "aquello" y me negué, pero me amenazo con decírselo a Pepe y no tuve más remedio que acceder.
Nos vimos en una cafetería y cuando llegó me saludo normal, hablamos del trabajo y un rato después me dijo que para no decirle a Pepe lo que habíamos hecho que lo invitara al cine y que se olvidaría de todo. No estaba entusiasmada de ir al cine con él pero por miedo y mi falta de experiencia acepte.
Me llevó a un cine que se encuentra aquí en República de Cuba, el título de la película no era muy conocido por mí, cuando entramos el que recibía los boletos me miró de arriba abajo y sonrió. No entendía porque así que le respondí con una sonrisa.
Cuando entramos no había más que cinco personas y el lugar estaba sucio, descuidado y feo. No había más que planta baja y nos sentamos en una orilla hasta el fondo. Se apagó la luz y comenzó la película. Hasta entonces comprendí que era un cine porno y trate de levantarme y salir, pero Luis Rey me tomo por el brazo y me sentó. Me dijo que se hacía lo que él quería y lo que quería era eyacularme.
No podía creerlo, me estaba chantajeando y no podía hacer nada. Me dijo que me relajara, me acomodo en el sillón y me dijo que después de eso ya no me molestaría más. Le pedí su palabra de honor y me contestó que sí. Mientras en la pantalla se escuchaban los gemidos y veían las escenas él me empezó a besar tiernamente mi oreja. Sentía como me empezaba a recorrer un escalofrío y aunque quería cerrar los ojos no pude.
Mientras lo seguía haciendo me excitaba, empezaba a sentir mi humedad y de pronto pude observar como se tocaba su miembro por encima de su pantalón, sabía que la tenía parada. Me decía cosas como –que bonita estás, tu cuerpo es sensual y tienes unas chichotas fenomenales, está como para darle a un regimiento, tu culo lo tienes muy sabroso, se que eres una putita, una golfilla sucia que se esconde con cara de mustia-, para eso ya estaba húmeda y separe ligeramente las piernas.
Me beso apasionadamente y coloco su mano en mi pierna, ya llevaba puesto un vestido floreado hasta la pantorrilla con botones atrás, con saco largo, como soy convencional no uso tangas ni escotes, y ahí fue cuando me dijo –quiero ver tus chichotas putita-, me quito el saco y lo colocó en un costado. Comenzó a desabrochar uno a uno mis botones del vestido pero seguía mordiendo mi oído, me seguía diciendo cosas que me encendían.
Era muy extraño, estaba aturdida por las ideas encontradas en mi cabeza, algo me decía que me fuera pero también me decía que me quedara. Una vez que término bajo el vestido hasta la cintura, tenía mi brassiere que casi quería explotar, mis pechos duros y los pezones erectos por la excitación. Cuando me di cuenta ya teníamos auditorio, los cinco hombres que estaban ahí se habían acercado a nosotros y nos estaban viendo, Luis desabotonó mi sostén y lo guardó en su saco, y fue cuando mis tetas quedaron al aire libre, expuestas, con mis pezones duros y erectos apuntando hacia el frente, me dijó que me dejara y que no intentara taparme. En ese entonces tenía unas medidas aproximadas de 97-64-99, porque era un poquito gordita, no mucho pero algo si.
Para ese entonces ya no era dueña de mí y empezó a besar mi cuello,, yo no cerré los ojos por un malsano y perverso pensamiento: me estaban viendo unos desconocidos y dos de ellos ya se estaban masturbando lentamente y los otros acariciando sus paquetes sobre sus pantalones, me sentí la más puta y caliente de las mujeres porque era el centro de atención y en ese momento no había más que mis tetotas, mi excitación y esos hombres, era un cerebro impresionante.
Luis no me había tocado los senos todavía, disfrutaba que fuéramos observados con ojos de lujuria y con sus vergas erectas y desafiantes. Me dijo –quiero comerte el culo perra, párrate y voltéate-, lo hice y mientras subía la parte posterior de mi vestido me apoye en las butacas de adelante y me quito mis pantis, que eran normales no tangas y las guardó también. Con sus movimientos hacía que mis senos se balancearan en el aire y en la oscuridad fueran apreciados por todos lo que estábamos ahí.
A cada embestida de su lengua yo reaccionaba con lujuria, estaba muy caliente y ya no sabía que quería, mientras se bajaba el pantalón me ordenó –vas a sentarte en mi tranca y te vas a mover como desesperada porque quiero echarte mi leche-, eso fue el clímax, deje caer mi trasero en él y sentí como me la metía, era delicioso. De repente cambió de opinión y preguntó a uno de los sujetos que teníamos próximos ¿le doy así o mejor parado?, contestó rápidamente –parado-, me levantó y se colocó atrás de mi, tuve que flexionar mi cuerpo hacía adelante y sentí sus empujones que todavía más balanceaban mis tetas. Empezó a decirles a todos –este es el coño más rico que he conocido, esta putita sabe delicioso, tiene unas tetotas impresionantes, se las voy a mamar hasta que me canse, la voy a encular aquí, enfrente de todos y la voy a hacer gemir a la puta-, esto ya no me sorprendió y seguí recibiendo esas tremendas embestidas con sus huevos chocando contra mis nalgas y quise acariciarme los pezones pero no me dejo.
Un rato después eyaculó y sentí su viscosidad dentro de mí, fue formidable. Estaba exhausta, caliente, sudorosa y los demás aplaudían. Decía cosas como –que puta, tremenda cogida le han dado, imaginate como ha de ser de caliente, ese es un culo caliente, vaya con la gordita aguanta una cogida como esa y otras más, que bizcocho tan sabroso tienes perrita- y demás. Estaba todavía un poco excitada y le pedí que nos fuéramos, me contestó que faltaba el final. Preguntó ¿Quién le quiere agarrar sus tetotas a mi novia? Sólo uno podrá hacerlo, sentada observe como todos levantaban sus manos y como no se ponían de acuerdo les dijo que se acercaran, y sin más comentó: quiero que le den duro a esta puta porque tiene el culo caliente, cojansela pero con condón, pero uno por uno, quede sorprendida y quise correr pero la excitación no me dejo moverme.
Se me acercó un viejo gordo, me tomó de las manos y me recargó contra la pared, mi espalda sentía lo frío y podía oler a sucio, me miro a los ojos y paso un brazo por debajo de mi pierna derecha y por instinto lo abrace del cuello, me levanto en vilo y con sus dos brazos me sostenía y fue cuando introdujo su cosa dentro de mi, empezó su mete y saca de mi cosita, me miraba y me decía que era la más puta de todas, a cada metida que me daba sentía un escalofrío y sin decir nada disfrutaba esa cogida tan rica que me daba, sus testículos chocaban en mis nalgas y eso me prendía más, después de unos minutos me eyaculo.
Me bajo y me dejo sintiendo un orgasmo, después vino un bajito ya cuarentón, me inclinó sobre las butacas con mi culo al aire, me separo las piernas e introdujo su pene en mi rajita, se movía muy mal así que no tardo mucho en terminar y me dejo caliente.
El tercero era un señor como de cincuenta años, se paró frente a mí, me tomó por las caderas y me dijo: abre tus preciosas piernas hija, que te voy a coger, las separe mirándolo a los ojos, una vez adentro de mí me dijo que las cerrara, pude sentir su trozo de carne en mi vagina, empezó con su mete-saca, mirándome siempre a los ojos, siguió un rato así y comenzó a incrementar el movimiento, me bajo las manos a mis nalgas y yo le seguí el ritmo, después de un rato tuve un orgasmo y él también se vino un poco después, estaba agotada.
Me senté en la butaca y Rey se sentó a mi lado, me comenzó a besar en la boca tiernamente, el otro hombre se sentó a mí lado y mientras separaba mis piernas Rey le ayudaba y me comenzó a masturbar, era delicioso, riquísimo, mientras me besaba me metía mano en mi cosita y uno más se colocó detrás de nosotros y me empezó a sobar las tetas otra vez, era maravilloso sentir tantas sensaciones al mismo tiempo, los magreos siguieron durante un buen rato, yo ya gemía de tanto placer que me daban, me tiró al suelo Rey y se subió sobre mi, los demás se colocaron a nuestro alrededor y mientras me cogía les decía a los demás: vean como me jodo a esta puta, tan puta es que le gusta que la miren, logre otro orgasmo y ya sin tener fuerzas me puso en cuatro y ahí otra vez empezaron a pasar sobre mí unos tras otro, me daban una culeada impresionante, me daban nalgadas a cada metida que me daban, ya estaba descontrolada, hasta que se vinieron todos me dejaron, pero eso sí, todos me eyacularon porque no usaron condón.
Termino la función, me acomode la ropa, Rey les regaló mis calzones y brassiere, como recuerdo, antes de irnos les pidió que me dieran un último magreo, todos al mismo tiempo pero que fuera descarado, lujurioso y caliente, quería venirse viéndonos, éstos empezaron a meterme mano sobre la ropa, unos me tocaban el culo, otros la raja y otros el pecho, la manoseada era tremenda pues sentía tantas manos al mismo tiempo que era impresionante, no tardaron en empezar a subir la falda de mi vestido y desabrocharme los botones también, casi no sentí cuando mi vestido cayó al suelo y todas esas manos me sobaban frenéticamente todo mi cuerpo, les decía yo: ya no más por favor, ya no- pero eso les alentaba más creo que los excitaba, le estaban dando una fiera manoseada a mis tetas, esos tipos me las jalaban, me las apretaban, me las sobaban fuertemente, sacudiéndolas de un lado a otro, las jalaban hacia delante como queriéndose llevar mis senos, me dieron varios chupetones en mis tetas y ya no podía contener mi excitación, estaba a punto de venirme y de pedir verga por todos mis orificios, estaba super caliente y húmeda, yo de la excitación gemía y les decía- ya no más por favor- pero eso los arengaba más y seguían haciéndolo. Mientras los tipos esos me daban trato en mis senos se empezaron a masturbar delante de mi, yo con la vista hacia abajo podía ver en la oscuridad esas vergas que me apuntaban como rifles, y uno por uno empezaron a eyacular y a echarme su semen, cayendo en mis piernas, en mis brazos, en mis manos, en mi cuerpo semidesnudo. Termine batida de semen en mis piernas, mis tetas y el resto de mi cuerpo, me limpió Rey con un pañuelo y me ayudo a vestirme, se fueron uno por uno los tipos dándome las gracias y le dijeron a Rey que era una putisima, les prometió volver, me aplaudieron los tipos esos, me felicitaron y me comentaron que era una gran putita, que para tener grandes tetas como las mías eran más que un sueño. Me vestí y salimos de ahí entre gritos y saludos, pidiéndome que volviera otra vez. Mi excitación había desaparecido casi y después de caminar unas calles Rey me dijo –no eras puta, yo te hice- no le conteste nada porque era cierto. Me dijo que cada vez que quisiera me iban a coger varios hombres, sino lo hacía se lo diría a mi familia, asustada lo mire y sólo reía.

Guillermina una recien casada

Guillermina es una jovencita de veintiún años, recién se acaba de casar con Roberto, su novio de toda la vida. Ella es inocente, ingenua y sobre todo confiada, lo que la ha llevado por caminos que la han puesto en situaciones morbosas desde que era una adolescente, pero ante todo, su ingenuidad no le permite darse cuenta de las cosas que le han pasado…y que le siguen pasando ya estando casada.
Solo para que se den una idea de que tan ingenua es diremos que cuando era una adolescente sus vecinos la espiaban al subir la escalera, para asomarse bajo su falda y ver como ya sus incipientes carnes empezaban a formar a la delicia que es ahora, a veces espiándola por la ventana cuando se cambiaba por las noches o por la ventana del baño cuando por las mañanas se aseaba.
No es una belleza pero tiene su atractivo, es morena de cabello castaño hasta los hombros, de 1.60 de estatura, con unas buenas tetas que no son ni grandes ni chicas pero se le ven suculentas, cuenta con un trasero paradito y muy apetecible. Su esposo Roberto es un nerd que trabaja como vendedor así que se la pasa viajando de manera constante y su ausencia prolongada es la causante de las aventuras de su esposa. Tienen dos meses de casados y hasta el momento se sienten la pareja perfecta…o eso parece.
Hoy es lunes y para no variar, Roberto ha emprendido un viaje de cuatro días para cerrar un trato, no puede negarse a ir porque es un negocio muy importante aún y cuando el miércoles es el cumpleaños de Guille. Para compensarla le ha regalado dos boletos para que asista con una de sus amigas a un concierto donde se presentará el grupo favorito de su cándida esposa. En la puerta de su casa comienza la despedida:
-Ya me voy Guille, recuerda que no puedes ir sola al concierto porque siempre están a reventar esos eventos, llámame para decirme como te va acá-
-No te preocupes cariño, ya me las arreglare para no ir sola, cuídate mucho-
Al quedarse sola comienza reflexionar sobre el hecho de que al haberse educado en colegios religiosos no tiene ni idea de cómo son esos conciertos, ni lo que pasa en ellos ni mucho menos cómo debe comportarse en ese lugar.
-¡ay dios! No le pude decir a Beto que no tengo a nadie que me acompañe al concierto, todas mis amigas ya tienen planes y yo sin saber que debo hacer…¿a quien le preguntare como son esas cosas del concierto?-
Han pasado dos horas y en su cabeza no deja de darle vueltas y decide ir a la tienda para ir a comprar algunos abarrotes y al abrir la puerta de su casa se encuentra con que va pasando Don Luis, un vecino del edifico.
Don Luis es un maduro divorciado, de cincuenta y cinco años de edad, algo pasado de peso, calvo pero buen conversador y sobre todo, manipulador.
-Hola vecina, que linda se le ve hoy-
-Buenas Don Luis, gracias por lo de linda-
Guillermina se sonroja y comienza a bajar las escaleras, con el viejo tras de ella, analizando la anatomía de la recién casada, no perdiendo detalle de la cintura y trasero de su joven vecina, imaginando un sinnúmero de cosas que le gustaría hacerle.
Van charlando de cosas banales, cuando de pronto en el cerebro de Guille se asoma una idea: ¿porqué no preguntarle a alguien con mucha experiencia cómo debe comportarse en un concierto con tanta gente y que es lo que pasa en esos lugares? Idea brillante piensa la ingenua joven.
-Don Luis, le puedo hacer una pregunta-
-¡claro niña, venga, que es lo que puedo hacer por ti-
-vera, tengo un boleto para asistir a un concierto el jueves, pero no tengo la remota idea de cómo es uno, ni que debo hacer en el lugar ni mucho menos como debo de ir vestida, es que nunca he ido a uno antes-
El viejo sonríe para sus adentros, ni en sus sueños había tenido la suerte que ahora se le presentaba y por supuesto, no la iba a dejar pasar, tenía ya maquinando un plan en esa lujuriosa mente que posee, no por nada fue líder de la división de logística del ejército.
-Mira preciosa, es un poco largo de explicar y no basta una charla, es necesario someterse a un simulacro para que tengas una verdadera noción de lo que es una cosa así, es muy difícil acudir sin tener un poco de “practica” así que ven, vamos a tu casa para que te explique y de paso, “te doy” una pequeña introducción de campo-
El viejo enfatizó el “te doy” de una forma que ni duda nos queda de que es con tintes de sexo, es un verdadero degenerado este sujeto. Entran al departamento de Guillermina y se sientan en el sofá, para comenzar la explicación:
-Mi niña, lo primero que debes saber es que en esos lugares la seguridad es muy estricta, no debes armar ningún tipo de escándalo o jaleo, ni reclamos, ni golpes, ni mucho menos quejas en contra de nadie, porque te llevan a la comisaría, te fichan y te pierdes el espectáculo, lo mejor es que pase lo que pase no armes lío y seas discreta y sobre todo, guardar silencio, entendido?-
-¡entendido Don Luis! Pase lo que pase nada de líos-
-Bien, es común que en esos lugares te vayan a decir frase como estas: ¡que culo tan rico, tienes unas nalgas de campeonato, que tetas tan sabrosas, cachonda que eres, culona, sabrosa!, y cosas así por el estilo, pero no te espantes, son
piropos que los hombres les hacemos a las guapas como tú para demostrarles nuestro aprecio. Tal vez ya te ha pasado antes por la calle ¿no? Por eso en vez de hacerles caras feas les devuelves una sonrisa-
Guille se sonroja al escuchar semejantes palabras, siempre pensó que eran insultos y ahora respira aliviada, los vecinos que le han dicho de eso y algunas coas más no le faltan al respeto, le dicen cosas lindas, que mente tan ingenua la de la chica.
-Si Don Luis, ya me ha pasado pero ahora que se porque lo hacen no volveré a molestarme y siempre una sonrisa de mi parte, ya lo entendí-
-Bueno, lo que sigue es algo más sencillo, así que vamos a tu recamara para escoger la ropa que te debes de poner para el concierto-
Ambos se levantan y Guille va por delante, moviendo de manera natural sus caderas y al mismo tiempo, logrando que el viejo comience a sentir una erección creciendo bajo su pantalón mirando semejante trasero. Don Luis comienza por abrir el armario y observa detenidamente las prendas que cuelgan ahí, y su mano alcanza un vestido de algodón amarillo, vaporoso y algo amplio pero al mismo tiempo es una prenda que se amolda perfectamente a la anatomía de la jovencita, sin recato alguno abre los cajones y ante la mirada inocente de su vecina saca un conjunto de ropa interior negro, no es una tanga ni un brassiere llamativo pero por el color, va a resaltar sobre el vestido amarillo, esa es la idea, que los demás sepan de que color lleva su ropa interior.
-Anda ponte todo esto mientras yo no miró y me pongo de espaldas-
Guille comienza a desprenderse de su ropa para ponerse lo que el viejo le ha entregado, pero ni por asomo se da cuenta que al estar de espaldas el viejo claramente observa por el espejo como se cambia de ropa la jovencita, es un tipo muy astuto para no saber como irla haciendo caer en sus redes.
Regresan a la sala y se queda de pie frente a ella y sigue con su “curso rápido” que no es más que una forma de aprovecharse de la nena:
-Ahora pon atención, como es un lugar que va a estar abarrotado no debes ponerte en espacios donde no haya gente, es peligroso, lo más recomendable es que busques un lugar en donde haya bastante público y te metas entre todos ellos, así estarás a salvo; lo lógico es que sientas que los chicos están muy pegados a ti pero es normal, con tan poco espacio no puedes hacer otra cosa. Es seguro que de pronto sientas que a tu espalda está alguien y que comience a moverse por el alboroto así que calmada, pero ven te voy a mostrar cómo es-
El viejo volta a Guillermina y la hace ver hacia la pared mientras él se coloca de manera que pueda tener acceso a su trasero y comienza a puntear a la jovencita de manera ligera, para que vaya tomando confianza y no se altere y se vaya todo al traste.
-siente el movimiento que hago, así es como te van a hacer pero tú tranquila-
Durante un par de minutos el viejo se dedica a tallarle su paquete por las nalgas de la nena, haciendo movimientos lentos y sin apresurarse, tiene todo el tiempo del mundo para disfrutar de ese hermoso trasero, repegándose lo más que puede, punteándola a su antojo, colocando su erección en medio de las nalgas de la joven, que gracias a su inocencia no se percata de lo que le está haciendo el viejo, que observa con sumo placer como el vestido se amolda de manera perfecta a esas exquisitas nalgas, dejando ver un espectáculo digo de ser filmado, y siente una pena por no haberlo pensado desde antes, pero ya que más da, el a seguir punteando ese culo que tiene a su disposición.
Guillermina ha comenzado a sentirse algo nerviosa, pero no desiste en su “entrenamiento”, por nada del mundo faltará al concierto, aunque tenga que pasar por esos “contratiempos”.
-Vamos muy bien Guille, así que recuerda que esto es lo que al principio te pasará pero después, por tanto movimiento alguien tenga que sostenerse de tu cintura para no caer y tendrás que ser solidaria y dejar que se sostenga de ti-
Don Luis comienza por poner de manera delicada sus manos en esa fina cintura, y siente un escalofrió tanto él como ella, el suave contacto hace que ambos comiencen a sentir sensaciones distintas: el viejo se excita cada vez más, Guille comienza a disfrutar el magreo pero cree que es la emoción de ir al concierto, pero la realidad es que es tan ingenua que no sabe que se está calentando…bueno la están calentando.
-Tal vez sientas que alguien te toca el trasero y que lo recorra de palmo a palmo, pero es normal, es para que sientas que estás entre amigos y es su forma de demostrarte que les agradas, porque con tanto grito es imposible entablar conversación con alguien-
Comienza a recorrer con sus dedos esas portentosas nalgas, que cubiertas por el ligero vestido al ser recorridas se pegan a su anatomía, deleitándose con el manoseo que comienza a ser cada vez más intenso; la calentura comienza su efecto y Don Luis cada vez es más osado al subir y bajar sus manos por tan delicioso cuerpo, apretando a placer esas nalgas, deteniéndose en la mitad que las separa y empezando a jugar con su dedo en el culo de la jovencita, que ya comienza a sentir los efectos del manoseo, mordiendo su labio y sintiendo como la temperatura de su cuerpo poco a poco va subiendo.
Sigue apretando y sobando a su antojo a la nena, ya su erección siente que está a punto de explotar en su pantalón y alterna el punteo con caricias a los muslos de la chica, que solo atina a dejarse hacer y seguir con “su entrenamiento”; esas manos la recorren como nunca antes nadie lo había hecho, ni el nerd de su esposo que cuando le hace el amor es con la luz apagada y bajo de las sábanas, ya que es un verdadero puritano.
Algunas gotas de sudor se asoman en la frente de Guille y del viejo, una por estar sometida a semejante manoseo que es digno de una película porno y el otro por esmerarse en disfrutar de tan ingenua esposa. Sus manos han comenzado a subir lentamente hasta apoderarse de uno de sus pechos y comienza a sobarlo sobre el vestido, mientras que Guille ya ha cerrado los ojos pero no se atreve a decir nada, su voluntad es más fuerte y piensa soportar cualquier cosa por conseguir acudir al concierto de su vida.
Ambas manos del viejo se han apoderado de las tetas de la jovencita y las soba de manera sueva y después las aprieta, deteniéndose en los pezones para darles unos cuantos apretones, comenzando a ponerse erectos y se alcanzan a ver a una distancia prudente de distancia. Las caricias cada vez son más intensas, alternando entre el trasero y las tetas de la jovencita.
-Puede ser que alguien comience a levantar tu vestido y sientas que coloca algo entre tus piernas, no debes voltear ni decir nada, para que no te vayan a lastimar solo separa un poco las piernas y sigue disfrutando del evento, recuerda que el escándalo atrae a la policía pero recuerda que estas cosas pasan ahí y que es muy normal que te lo hagan, mira es algo como esto-
Y acto seguido el viejo sube de un tirón el vestido de la nena y baja el cierre de su pantalón que deja asomar su erección, que sin reparo coloca entre las piernas de la jovencita que, siguiendo las indicaciones recibidas, separa un poco las piernas y deja que coloque su miembro erecto, rozando sus muslos y sus labios vaginales; es tanta la excitación del viejo que sus movimientos de adelante hacia atrás cada vez son más frenéticos, sin dejar de tomar de la cintura a la jovencita y con una  de sus manos sobre uno de sus senos.
El viejo la obliga a cerrar las piernas y con el vaivén de su movimiento empieza a dejar humedad de liquido seminal entre las piernas de la jovencita, que ya no tiene conciencia de lo que está pasando pero que disfruta porque es una sensación completamente nueva para ella.
-Mira mi niña, esto que estoy haciendo es lo que te va a pasar mientras dura el concierto, cuantos te van a estar haciendo esto es algo que desconozco pero te repito, es normal y no tiene nada de malo, estás entendiendo?-
-sssssiiii Do-o-o-on Lu-Lu-Lu-uuu-iii-is, e-e-e-es-to-to-toy en-ten-di-di-di-en-en-do-
-No te extrañes si de pronto sientes algo caliente entre tus piernas, solo mantente calmada y serena, ya se han de aburrir y te dejaran, pero la felicidad de estar en el concierto nadie te la quita-
Don Luis dice esto antes de correrse de manera abundante entre las piernas de Guille, manchando por dentro su vestido y su ropa interior, que al ser negra ha de quedar con rastros de color blanco cuando haya secado, lo que será la prueba de que la nena tuvo alguien entre las piernas y no fue su marido.
El viejo no ha dejado de palpar las carnes de su joven vecina, no ha permitido que parte de su cuerpo quede sin sobar, hubiera querido follarla pero prefiere ir con tiento, ya tendrá oportunidad de disfrutarla a sus anchas, no será la primera ni la última vez que la tenga a su merced, piensa irla adiestrando a su perversa manera aprovechando su ingenuidad.
Sabe Don Luis que en ningún momento toco el virginal coño de Guille, pero no fue por falta de ganas, simplemente fue por estrategia, si fuera apresurado podía haber sido acusado de quererla violar o de hacer una bulla y que los vecinos se dieran cuenta de lo que estaba pasando. No, prefirió que fuera ella quien poco a poco fuera sometiéndose a sus toqueteos hasta el punto de que ella no pusiera resistencia a sus caprichos de viejo pervertido. Todo a su tiempo se decía para sí mismo Don Luis.
-Bien pequeña, ya es hora de terminar tu primer día de “entrenamiento”, espero que hayas aprendido algo de esta pequeña lección, pero lamento no poderte seguir explicando que más cosas te van a pasar en el concierto, mis deberes de llaman preciosa.
Guille aún sonrojada por la experiencia solo pasa su mano por su pelo para acomodarlo, siente un alivio por tener un buen vecino como Don Luis quien “sacrificó” parte de su tiempo para darle un poco de experiencia y de paso, enseñarle cosas que no sabía de la vida, pero sobre todo, que fue respetuoso en todo momento con ella y que no pensó jamás en aprovecharse de ninguna manera, es un gran tipo pensó Guille, lástima que no pudo enseñarle el resto de la “practica”.
-Gra-ci-ci-as Don Luis, espero haber aprendido algo, no sabe como le agradezco lo que ha hecho por mí, estaba tan asustada de ir al concierto pero ahora me siento con más confianza para acudir. Espero no haberle quitado su tiempo y gracias otra vez por todo-
-No hija, no tienes nada de que agradecer, no tienes porque “darlas”, bueno pero si tú quieres…-
Dijo esto el viejo con una malicia que no fue captada por la ingenua jovencita. Ya el viejo se ha acomodado la ropa y la recién casada también, y nada más camina hacia la puerta la angustia se apodera de Guiille:
-¿y si hubieran más cosas que debiera saber? ¡Dios, no puedo quedarme sin saber todo, me pondría tan nerviosa que quizá cometería una tontería y tal vez me pierda el concierto!-
-¡Don Luis! No se vaya aún…por favor-
-¿qué sucede Guille?, anda dime que te pasa-
-Es que usted dijo que no pudimos terminar la práctica, así que le pido por favor que termine de enseñarme antes del miércoles, ¡solo tengo un día más para aprender! No sea malo, andele, no se malo, termine de instruirme!
La cara del viejo pudo ocultar muy bien su sonrisa, así que la suerte estaba echada, seguiría disfrutando de la jovencita y dentro de su cabeza se formó una idea depravada:
-Bueno hija, el resto de la lección es difícil, porque se necesitan otras personas para mostrarte el resto, pero no se me ocurre nada…a menos que algunos de los vecinos del edificio quisieran ayudarnos…pero no estoy seguro de convencerlos…¿qué dices, trato de convencer a algunos o no?-
-¡si Don Luis! Por favor trate de convencerlos para que mañana termine la lección y esté lista para el miércoles, hágalo por mí-
-claro preciosa, pero cuando lleguemos mañana, bueno si puedo convencer a alguno, debes ya estar preparada con esta ropa que traes puesta para no perder más tiempo, ya sabes, todos tienen ocupaciones y no queremos hacerles perder el tiempo ¿verdad?-
-entendido y anotado Don Luis, cuando lleguen mañana ya estoy lista, usted no se preocupe, hasta mañana y gracias por todo-
-hasta mañana muñeca-
Nada más salió el viejo del departamento de Guille cuando ya estaba pensando en quienes iban a ser sus cómplices en esa fechoría, bueno si ella había pedido que continuara no era nada malo, además ¿quién era él para negarse a enseñar al que no sabe? Y vaya que le iban a enseñar muchas cosas a la inocente Guille, un día es todo lo que necesitaba para poder llevar a cabo su plan.

"EL PAPA DE MI VECINO"

hace tiempo tuve mi primera experiencia sexual, tenia 14 años cuando mi vecino, un chico guerito, atletico, con unos ojos hermosos y un pene demasiado grande para su edad me hizo suyo, en esos tiempo vivian en una casa atras de donde yo vivia, yo vivia en altos, por lo que siempre que queria pasarla bien, me chiflaba para ver si podiamos ir al patiecito y entregarnos a nuestras bajas pasiones, tiempo despues nos enojamos y dejamos de hablar por los chismes y murmuraciones de los chicos con los que nos juntabamos en la col. despues se fue de donde vivia y ya no supe nada de el ni de su familia, al tiempo me cambie igual.

han pasado 11 años desde ese entonces, yo soy un chico llenito, de 1.70, buenas nalgas, inter un poco mas pasivo, de 25 años y vivo en villahermosa, tabasco, mexico, un dia iba saliendo de mi casa (ya que despues me cambie dos veces y ahora vivo un poco mas retirado del centro de la ciudad), se me hacia tarde para irme a la universidad, cuando de pronto oigo un oie si quieres te llevo, me voltee pensando que seria algun camionero guarro, pero era el papa de mi vecino que me desvirgo, el es un señor como de 40 años, guero, ojos claros, barba de candado, un cuerpo muy trabajado, en realidad, no habia cambiado nada desde que fue mi vecino, el caso es que me le quede viendo y lo reconoci, debo reconocer que desde que lo vi como vecino se me antjo que ese macho fuera mio, pero se veia un heterosexual que cogia con cualquier vieja en potencia, cuando me acerque a su camioneta (una windstar), me dice, hola hijo, tanto tiempo sin verte, que haces por aqui?, yo le conteste que ya vivia aca, que me habia cambiado de la col. y que iba a la universidad, me dijo que me subiera que el me daba el right, la verdad estaba algo desconfiado, pero como en ese momento comenzo a llover me subi en la parte delantera, yo iba con mi uniforme apenas mojadito por la lluvia, un pantalon blanco y filipina azul (ya que estudio psicologia), y mi portafolio apoyado en mis piernas, desde que me subi, me di cuenta que el sr. arturo (asi se llama), se me quedaba viendo mucho, pero a lo mejor eran mis nervios o que se yo, que hacian que imaginara cosas, entonces empezamos a platicar sobre nuestras vidas, me estaba comentando que su hijo norberto (el que me desvirgo) ya se habia casado y tenia una niña de 5 años, que el se habia separado de su esposa y que su otro hijo se acababa de casar, yo estaba poniendole atencion cuando me pregunta, tu y mi hijo se llevaban bien, porque se dejaron de hablar?, yo no conteste solo baje la mirada y alcance a decir, problemas de jovenes, creo que el entendio el punto y se volteo a decirme, sabes, yo pense que el y tu tenian mas que una amistad, pero creo que fue imaginacion mia, yo solo negue con la cabeza y senti que detuvo la camioneta, puso su mano sobre mi cara y me volteo a verlo, se veia como un adonis se acerco y me dijo, ntp yo se que fue lo que paso entre tu y mi hijo, un dia los vi en la azotea como te estaba dando por ese culito rico que tienes, yo me ruborize y de repente el sr. me da un beso en los labios, yo no sabia que estaba pasando, ese pedazo de hombre me estaba besando!!!, cuando reaccione le conteste el beso, el empezo a masajearme mis nalguitas, me dice, te deseo y yo conteste igual, adelante habia un motel, se metio y yo iba con un miedo enorme, porque si su hijo a los 15 tenia un buen pedazo de carne, diria que el papa tendria la ternera completa entre sus piernas, al enttrar me avento a la cama y me empezo a beesar, me quito mi filipina y una playerita que traia abajo, y empezo a chupar mis tetillas, la verdad eso me fascina, yo estaba a full, mientras el se quitaba su camisa y su pantalon, quedandose en boxers, en donde se asomaba una verga como de 20 cm., a mi se me hacia agua la boca, de repente me quita mi pantalon y boxer y me empieza a dar una mamada descomunal, dios sentia que estaba en la gloria, subia hasta la punta de mi pene y despues bajaba hasta mis huevos, el ya me habia pasado su verga para hacer un rico 69, yo chupaba cada rincon, de ese hermoso pedazo que tenia, cuando me voltea se acerca a mi oido y me dice te quiero coger putita, yo por la excitacion solo solte un si papi, bajo por mi espalda y empezo a comerme el culo, yo me sentia en la gloria, con su barba sentia una rica picazon cuando metia su lenguita entre mis nalgas, despues con su fuerza me sienta encima de el y me sigue besando, mientras me mete uno, dos, tres dedos, yo sentia que iba a morir, cuando en una de esas me dice, ya estas listo, me empieza a comer mis tetillas, me levanta tantito y de una me mete esos 20 cm en mi culo, yo quise gritar del dolor porque tenia tiempo que no tenia sexo desde que habia terminado con mi ex pareja y mi culito estaba, aunque dilatado, un poco mas estrecho, yo queria pararme, pero el no me dejo y me decia, asi putita, asi lo quieres si yo se que querias verga, gime como gemias con mi hijo, yo solo gemia de placer, el dolor poco a poco iba disminuyendo y yo gritaba pero de placer, si papi, si dame mas rico, rompeme el culo, como me lo rompio tu hijo, yo seguia montado, cuando se para y me carga aun con su pene dentro mio, me acuesta en la cama, me levanta mis patitas y empieza a metermela mas profundo y con un mejor ritmo, yo en ese momento me corri sin tocarme, y el empezo a gemir mas rapido, me saco su pene y se vino en mi cuerpo, sin mentir fueron 5 trallazos de semen que parecia donita espolvoreada, despues me levanto cargando, me llevo al baño, nos bañamos mientras me besaba, nos vestimos, me llevo hasta la universidad, ese dia llegue tarde pero le heche una mentira piadosa a la profa y me dijo que queria repetirlo y le di mi numero de cel y el el suyo, hace unos dias recibi un mensaje de alguien que no crei que volveria a ver donde decia, ya me contaron lo que paso con mi papa, dinos cuando te vamos a buscar y hacemos un trio, de solo pensarlo me excito, aun estoy esperando el dia que tengan libre y en cuanto pase les contare todo...espero les guste

Llegando caliente a casa

Luego de esa sesion de cyber sexo, cuanta pasion se habia desarrollado en esa mujer, que al llegar a su casa, planeo completar su goce con una sesion inolvidable con su marido, con todas las posibilidades que el sexo le podía brindar.Llegando caliente a casa
Mientras conducía mi auto para llegar a casa, luego de un día de trabajo, iba pensando en todo lo que había sucedido en esa jornada, en especial al nuevo amigo que había encontrado gracias a Jessica, mi amiga, la que me paso su dirección de mail diciéndome que era un caballero que gustaba mucho del sexo y que ella pasaba momentos muy placenteros charlando con el.
Y hoy en realidad nos pusimos en contacto y como casi no había trabajo en la oficina, estuvimos prácticamente todo el día conversando, habiendo ido subiendo de tono nuestra charla y llegando a un momento que tanto me calentó que no tuve mas remedio que pedirle que me excitara con sus dichos, para así poder meterme mis deditos de tan caliente que estaba.
Por supuesto que accedió y tuve unos de los orgasmos mas lindos que recordaba, pero sentía ahora que me faltaba algo mas y esperaba poder obtenerlo en casa con Eduardo, mi marido.
Al llegar a mi domicilio, llame a mi madre, la que vive bastante cerca de nosotros y le dije que si se podía quedar con Javier nuestro hijo, porque teníamos deseos de salir esa noche, y ella me respondió que no habría problemas y que mi padre ya salía a buscar a nuestro hijo.
Mientras esperaba a que llegara, prepare el bolso con algunas ropas de mi niño y empecé a preparar la cena para nosotros dos.
Sonó el timbre anunciando que mi padre había llegado, y luego de saludarnos, tomo a Javier en sus brazos y se despidió de mi, retirándose.
Mientras la comida que había ido preparando se estaba cocinando, aproveche para darme una ducha, y ponerme un conjunto de lencería muy pequeño e insinuante, como le gusta a Eduardo, siendo la tanga, negra, casi transparente, solo un pequeño triangulito que apenas si llega a cubrir mi sexo, el que tengo totalmente depilado, y por detrás, es solo un delgado hilo que se pierde entre mis dos nalgas.
Aproveche para mirarme en el espejo del dormitorio, y en realidad aprobé lo que veía, ya que mi cola se destacaba firme y parada, y mis tetas se mantenían a pesar de su tamaño, erguidas y duras, con los pezones y la aureola que los rodea de un color rosa pálido, estando los mismos desafiantes y parados fruto eso del deseo que estaba sintiendo.
Termine de vestirme con una falda muy corta que dejaba ver el comienzo de mi cola y una blusa casi transparente que dejaba traslucir mis dos tetas, las que sin corpiño, lucían medio veladas por la tela, en todo su esplendor.
Había terminado de arreglarme y dando los últimos toques a la cena, cuando siento que Eduardo había llegado y desde la puerta de la cocina, mirándome con una sonrisa lasciva en su rostro me dijo, “ Que buena que te has arreglado cariño, estás muy hermosa y como para hacerte el amor toda la noche…”, a la par que acercándose y tomándome por la cintura, me besaba en el cuello, a la par que me apoyaba su verga entre mis nalgas, la que al prolongarse el abrazo, fui sintiendo como le crecía bajo su pantalón.
Una vez que estuvo listo Eduardo, nos sentamos a cenar, habiendo aprovechado para colocar dos candelabros de plata que nos habían regalado y con esa sola luz de sus velas, dimos cuenta de la comida que estaba deliciosa, como así también lo estaban las dos botellas de vino con que la acompañamos y que hizo que me sintiera un poco mareada, pero mas desinhibida, y coqueta por lo que a medida que transcurría la cena, me puse mas provocativa, como queriendo incentivar el que se despertara algo que yo sabía que ya se había despertado al entrar en casa mi marido y verme como me había vestido para el.
Mientras estábamos sentados a la mesa, sacándome uno de mis zapatos, comencé a tocarle con mi pié su entrepierna, sintiendo como su verga crecía con cada masaje que le propinaba, lo que hizo que Eduardo se pusiera como loco con esas caricias.
Dejamos la mesa y nos sentamos en la sala, donde nos fuimos dándonos besos cada vez mas ardientes y yo sentia como su lengua penetraba en mi boca y quería llegar hasta mi garganta, mientras que yo no me quedaba atrás y lo besaba con pasión, recorriendo mis manos su cuerpo y en especial pellizcando sus pezones que se que a Eduardo lo pone mas frenético.
En un momento dado bajo sus manos a mi concha y abriendo bien mis pí¬ernas metió sus dedos por el costado de mi tanga, y comenzó a masturbarme, mientras yo lo incitaba a que siguiera con mas fuerza, al decirle, “ sigue con esa paja hermosa que me haces, no pares, Edu, metéme bien tus dedos, que quiero sentirlos dentro de mi, asíiiiiii…….., siiiiiiii……, amor, que rico lo que me haces, sigue por favor, pajea bien a tu putita amor….”
Con la otra mano me desabotono la blusa y dejo mis tetas al aire, para acariciarlas , lamerlas y chuparlas con tanta pasión que parecía ,las quería devorar.
Yo por mi parte, había dejado mi mano sobre su falda, pudiendo comprobar como su verga crecía constantemente, hasta que no aguanté más y abriendo su pantalón, se la saque de su encierro y comencé a lamerla, metiéndola dentro de mi boca hasta mi garganta y besando su cabeza al sacarla, cosa que hizo que Eduardo, se estremeciera de placer.
Le puse su verga entre mis tetas y mirándolo a los ojos como a el le gusta, mientras le hacia una paja con mis tetas le decía, “ te gusta amor como te pajeo tu verga hermosa?, asi te gusta que te haga no es cierto….”, “me gustaria que ahora me acabaras y me largaras toda tu leche en mi cuerpo vida, que rico te siento asíiiiii……..”
A continuación me desprendí y me saque mi falda, poniendo mi cola frente a su cara y diciendo, “ laméme mi colita amor, chupála como a vos te gusta”, haciendo que perdiera todo el control y me metiera su lengua entre los cachetes de mi cola y llegando a la puerta de mi culo.
Como se habrá puesto, que no aguantando mas, me bajo la tanga, y sentándome sobre su verga me penetro con ganas, haciendo que me entrara bien a fondo en mi concha, la que con todos los juegos previos, y la paja que me hizo Eduardo, estaba bien lubricada.
Los dos estábamos como locos, tanto por la pasión que sentíamos como por el vino que habíamos tomado, así que comencé a cabalgarlo con ganas, dando fuerte empellones contra tu verga para que entrara mas adentro, y el tomándome por la cintura me ayudaba a subir y a bajar, mientras que me decía, “Carla mi putita hermosa, que rico que coges, hoy los dos estamos muy calientes, y te quiero hacer sentir toda mi verga en esa concha maravillosa que tienes, seguí asi mamita, dale, no pares, sigue moviendo es culito amorrrrrr………”, “muévete como la puta que eres, sigue moviéndote, que como buena puta sabes hacerlo, que ricooooooo……….”
Mientras esto pasaba, mis movimientos hacían que mis tetas se meneaban de un lado para el otro, y el no paraba de besarlas y apretarlas.
Yo para incentivarlo mas, le respondía “ a ver mi macho si puedes cogerte bien a esta puta, a ver si tu verga aguanta a que mi concha no se la trague, a ver trata de entrar mas adentro, cabrón……..”.
Cuando presentí que estaba por acabar, me salí de encima suyo y ofreciéndole mi culo , le pedí que me la pusiera por allí, ya que el sabe lo que me gusta coger por ese lugar.
Eduardo comenzó entonces a meterme sus deditos en mi culo para verificar su elasticidad y a continuación me fue poniendo despacito su verga, así podía sentir como esa verga iba llenado todo mi espacio en mi culo, con una sensación tan rica, que me hizo empezar a mover mi culo en círculos al llegar Eduardo a meterme toda su verga en el.
“ Si Edu, cogéme así por ese culo que es tuyo, sigue metiéndola amor, que lindo me coges, soy una puta, TU PUTA, ves como te doy el culo, dame esa verga divina llenáme el culo con tu lecheeeeee………quiero que me llenes de ella, sigue asíiiiii………amooooooorrrrrrr”
Estas palabras lo pusieron como loco, y me agarraba por la cintura y me apretaba contra el, haciendo que su verga entrara toda dentro mio, sintiendo como sus huevos pugnaban también por querer entrar, de los empellones que me daba.
Mientras disfrutaba como loca, de lo que mas gusta al coger, y que es que me lo hagan por el culo, con mi mano me frotaba mi clítoris y me metía también dos dedos dentro de mi concha, lo que me hizo tener dos orgasmos seguidos que llenaron mis dedos de jugos y parte de el me chiorreaba por las piernas.
Ya presintiendo que Eduardo estaba por acabar, lo saque de mi culo y le pedí que me tirara su leche en mi cuerpo, a lo que el accedió y casi al instante me descargo un torrente de su leche por mis tetas, mi cara y el resto de mi cuerpo.
“Dale tu leche a tu nenita, que quiere tragársela toda, dame hasta la última gota, que la quiero toda para mi, amor, dale tu leche a tu putita, cariñóooooo…”
Esto también me pone como loca, el sentir su leche sobre mi cuerpo, mi cara, y algo que pude recibir en mi boca, sintiendo que también por mi culo se escapaba algo de su leche, quedando los dos todos pegoteados pero tan felices y exhaustos, que nos quedamos un rato recostados en el sillón recuperándonos de tan hermosa sensación de placer.
Pasado un rato y como yo seguía muy encendida, nos fuimos al dormitorio y de allí, pasamos a darnos una ducha, los dos juntos, aprovechando el baño para tocarnos y fue allí donde yo me puse a mamarle su verga mientras caía el agua de la ducha.
Se la mamé como a el le gusta, puesta de rodillas y mirándolo a sus ojos, pudiendo ver de esa forma como gozaba con cada chupada que le daba.
Tomando la piel de su verga, se la corría hacia atrás y le besaba la cabeza, la que luego de la cogida que me había pegado, estaba bien inflamada y roja por la presión ejercida dentro de mi culo, luego le pasaba mi lengua por todo el largo y me detenía en sus testículos, los que besaba y apretaba con mis manos, sintiendo que Eduardo experimentaba unas descargas de placer que le hacia estremecer todo su cuerpo.
Tanto se la mame, que a pesar del poco tiempo transcurrido, tuvo una pequeña descarga de leche que glotonamente me la trague, dejando su verga bien limpita con mi lengua y con mi boca.
“ Ahora es mi turno mi macho….” le dije ya que seguía muy caliente, poniéndome en el piso con las piernas abiertas para que el pudiera chuparme bien la concha, tarea en la cual es un experto, y mientras me pasaba su lengua por afuera y la metía dentro mío, yo emitía gemidos y suspiros de placer.
Luego metió sus dedos dentro de mi concha y mientras me seguia chupando, me los dio para que los chupara, sintiendo en mi boca mis propios aromas.
Cuando el orgasmos se produjo, sentí que un torrente de leche bajaba por mi sexo, al tiempo que dejaba escapar un fuerte gemido de placer, y le apretaba la cabeza a Eduardo contra concha.
Luego de limpiarnos nuevamente, nos fuimos a acostar y antes de dormirnos, Edu, que se había quedado también con algo de ganas, me puso en cuatro y me penetró desde atrás por mi concha, mientras que yo entre empellón y empellón, me frotaba el clítoris para aumentar el placer y sentir como latía mi botón rosado.
Acabamos los dos entre gemido que no parecían humanos y resoplando por toda la tensión que habíamos tenido en tan hermoso polvo.
Y así termino nuestra noche de placer, la que tuvo su origen en la charla que mantuviera con mi nuevo amigo, al que mañana espero encontrar para contarle que el fue el causante de tanta dicha y placer y que también estuvo presente aunque no físicamente, ya que uno de mis goces se lo dedique a el.

Hermanas: tangas y bombachas X


Tras un largo día lleno de placer, llegó el día navideño. 

Florencia se despertó a la mañana, y leyó la lista que le dejó escrita su madre en un papel con las cosas que había que comprar para la noche. 

Se vistió y salió para el supermercado. Compró todas las cosas que mamá le había dejado dicho, y regresó a casa un rato después del mediodía. 

Dejó las compras en la mesa, y notándose ya un poco transpirada por el calor, se desvistió, quedándose en corpiño y tanga. 

Se puso a acomodar las cosas mientras Agustina recién se levantaba. Caminó hasta la cocina en bombacha y en tetas, encontrándose con su hermana, aún pasándose la mano por la cara para despertarse bien. Fue hasta ella y la saludó con un beso en el cachete. 

-Hola hermanita. 
-Buen día Agus… ¿todo bien? 
-Sí… ¿saliste a comprar? 
-Sí. Mamá dejó una lista con las cosas para ésta noche… 
-Ahh.. me hubieras despertado..así íbamos juntas. 
-Nah, seguro llegaste tarde.. mejor que hayas dormido. 
-Sí… bueno, de eso quería contarte. 
-¿Qué pasó?... ¿Lo hicieron? 
-¿Eh? 
-…Si cogiste con tu novio, boluda… 
-Ahhh..jaja.. no! 
-¿Y entonces? 

Agustina agarró de la mano a su hermana y se la hizo poner sobre sus tetas. 

-Tocalas.. no sentís algo raro? 

Florencia, sorprendida, empezó a pasarle su manito por las tetas a Agustina, notando la típica sensación de cuando se tocaba la cola y tenía leche ya pegoteada de su hermano. 

Inmediatamente la menor se dio cuenta. 

-Hija de puta! Te acabó en las tetas!... ¿¿¡¿Lo dejaste?!?? 
-Si me re calentó boluda… lo dejé y me echó la lechita en las tetas. 
-…Y estuvo bueno??? 
-Siiii. Me encantó. Creo que nunca te conté que jamás me habían acabado en las tetas. 
-..No.. nunca me dijiste… 

Florcha retiró la mano de las tetas de su hermana, y siguió acomodando las compras en la mesa. 

-Me voy a dar una ducha rápida hermanita, hasta la bombacha tengo sucia. 
-Ok. 
-Después te ayudo con eso. 

Agustina se fue a bañar para sacarse esos restos de semen pegajoso de las tetas, y cambiarse de ropa, porque esa bombachita azul ya la había mojado entera la noche anterior. Se la sacó y la dejó tirada en el rincón del baño, y se duchó.

Tras eso, ya limpita, se puso una tanga limpia y un corpiño, y fue a la cocina a ayudar a su hermana. 

Ya avanzaba la tarde, y comenzaron a preparar todo para la noche, porque iban a venir algunos familiares como siempre. 

Se colocaron ambas en el mesón de la cocina. Sacaron las patas de cordero, el pollo, las papas, las cebollas… 

-Bueno. ¿Quién corta ésto?-Preguntó Agustina señalando el pollo. 
-Vos. A mí dejame con las papas. 
-También hay que traer la mesa del living acá y acomodar los cubiertos. 
-De eso se podría ocupar Martín, ¿no? 
-Sí… andá a despertarlo así nos ayuda. 
-Ok. 

Florcha fue hasta la habitación de su hermano, abrió la cortina y la ventana para que entre luz, y lo miró al chico mientras dormía en su cama, completamente destapado, boca arriba y en calzoncillos, se le notaba la pija un poco parada. 

Le tocó el hombro al chico varias veces hasta que se despertó. 

-Despertate que nos tenés que ayudar a preparar las cosas para ésta noche.. dale! 
-…Bueeno! No grites… 

Martín ni siquiera abrió los ojos, tenía mucho sueño.. trató de seguir durmiendo! 

Florencia se quedó esperando al lado de la cama, al ver que no reaccionaba… le siguió mirando el pito y se acercó, abrió bien su mano y le agarró bien la pija encima del calzoncillo, y se la apretó. 

-Auu!!! ¿Qué hiciste?-Dijo Martín abriendo los ojos. 
-Nada tonto! Te agarré el pito a ver si así te despertás! 
-Ya entendí… ahí voy. Me apretaste fuerte forra. 
-Eso te pasa por no obedecerme!.. Encima ya la tenés parada de nuevo! 
-Sí.. bueno.. es normal tenerla así cuando me despierto. 

El muchacho la miró y lo primero que vió fue la cola de Florcha mientras ella caminaba para volver a la cocina. Estaba en tanga! Motivo suficiente para que se le ponga como una roca. 

Inmediatamente se puso de pie, y caminó bostezando hasta el baño, para cepillarse los dientes. Luego de hacerlo, mientras se secaba la boca con una toalla, miró la bombacha sucia color azul de Agustina tirada allí en el baño. 

La juntó y no pudo evitar abrirla como siempre, y notarla con el típico olor a concha caliente de adolescente. 

Se tentó a pajearse, pero no lo hizo. Dejó la bombacha olorosa tirada y salió del baño. Fue hasta la cocina, mientras sus hermanas preparaban la comida en el mesón, de espaldas a él, mostrándole ambas la cola entangada y la espalda desnuda excepto por la tira del corpiño. Tremendo! 

Florcha estaba con un conjunto blanco, y Agustina, color piel… 

Se acercó hasta ellas, y se puso detrás… aún estaba sólo en calzoncillos, y con la pija bien parada debajo de la tela, se apoyó en Agustina, poniéndosela en la cola. 

-Ya empezamos… -Dijo la chica. 

Florencia miró y vió su hermanito la apoyaba a Agus. 

-Basta de jugar querido, tenés que traer y acomodar la mesa, buscar todos los cubiertos en el living, y ponerlos..-Le dijo Flor. 
-¿Tanto trabajo me dan a mí? Qué tramposas!-Dijo el muchacho, mientras seguía apoyándosela toda a Agus. 
- Si no querés hacerlo, entonces vení a cocinar vos! 
-…Mejor hago lo que me dijeron! 
-Jajaja. 
-Jajajaja. 

Martín seguía apretándola toda a Agustina, mientras se bajaba el calzoncillo sólo un poco, lo suficiente para que la pija salte afuera. 

Trató de ajustar la posición y apuntarle bien entre las nalgas de su hermana, y se la apoyó en el medio, encima de la tanga. 

Agustina seguía en lo suyo, cortando el pollo con un cuchillo grande, mientras su hermanito le apoyaba la pija entre los cachetes de la cola. 

-No tuviste suficiente con las cuatro pajas de ayer que ya la tenés paradita de nuevo? 
-Sí Agus.. ustedes me ponen así. 

Las dos se reían. 

-Recién agarré tu bombacha en el baño y la dejaste con un olor muy rico.. te excitaste anoche? 
-Sí hermanito… 

La conversación estaba calentando a los tres. Agustina ya se estaba humedeciendo mientras notaba el duro miembro de su hermano golpearle la cola. 

Mientras continuaba con eso, llevó ambas manos hacia delante para agarrarle las tetas a Agustina, por encima del corpiño, con las manos abiertas y apretándoselas. 

La chica dejó el cuchillo y cerró los ojos disfrutando de su hermanito manoseando y apretando sus tetas, poniéndole el pito en la cola, jugando. 

Ya la había excitado… Florencia los miraba, dijo: 

-Dejen de jugar que tenemos que hacer las cosas.. delen! 

Martín soltó las tetas de Agus, y se separó de ella. La chica volvió a abrir los ojos, ya toda excitada. El chico se movió al costado, colocándose detrás de Florcha, y con sus dedos, llevó su pija dura a la enorme cola de su otra hermana. 

Se la pasó por los cachetes gordos y luego se la clavó entre las nalgas como siempre. 

Florencia suspiró. 

Martín llevó las dos manos hacia delante y ahora le agarró las tetas sobre el corpiño a Flor, mientras se movía hacia atrás y adelante empujando con su pija en la cola de su hermana, metiéndole la tanga bien adentro. 

Florcha continuaba pelando las papas como podía, mientras su hermanito le hacía de todo. Ella también comenzó a notar el placer, y como su cuerpo se iba calentando más y más. 

Martín le manoseaba las tetas y las apretaba, metía las manos adentro del corpiño y le rozaba los pezones rosaditos, ya bien duritos. 

Dejó una mano en una teta, y la otra la llevó atrás y le empezó a manosear la cola, le acariciaba un cachete… tan suave y caliente. 

A Florencia sentir a su hermanito tocándole las tetas, la cola, y la pija dura haciendo contacto con su cola y su tanga… fue suficiente para que se empiece a mojar. 

Aunque se estaba excitando mucho, se hacía la que no quería. 

-…Basta.. hermanito.. tengo que cocinar.. en serio… 
-Dejate Flor… ¿No te gusta?-Dijo Martín apretándole el pezón bajo el corpiño, y clavándole la pija en el medio de la cola sobre la tanga, hundiéndola. 
-…Sí… sí me gusta pendejo… pero ahora estoy cocinando!-Respondió Florcha, ya notando la tanga húmeda por su conchita. 

Martín retiró la mano de esa teta, acomodándole el corpiño, y sacó su pija de la cola de su hermana, que seguía pelando las papas, ahora bien caliente y con la cara colorada. 

Volvió a ponerse detrás de Agustina. Le hizo lo mismo a ella, agarrándole las tetas y metiéndole el pito entre los cachetes…ella se dejaba, le encantaba… dejó el asunto de cocinar a un lado, mientras se le babeaba toda la concha y se mordía los labios, apoyando las manos en el mesón. 

El muchacho le pasaba la pija por toda la cola, hasta que, sin querer, la cabecita se le metió por debajo de la tanga, en el medio de los cachetes. 

A la chica le encantó… ya estaba tan caliente que no le dijo nada. 

Martín empujó un poco, enterrándosela ahora ya debajo de la tanga.. 

Él ya estaba muy muy excitado… si se tocaba un poco, inmediatamente acabaría. 

Continuó jugando ahí, manoseándole las tetas, cuando de pronto empujó un poco más, y ya el glande chocó contra el agujerito de la cola de su hermana! 

-Mmm…¿Te gusta hermanita? 
-Dios… pendejo calentón!... Metémela más adentro! 

Ella se estremeció al sentir el pito de su hermano rozándole su ano… se estaba derritiendo más abajo en su vagina. Quería sentirla bien en el culo. 

Florencia dejó las papas por un momento, y se centró en ver a sus hermanos.. esa frase de Agustina la sorprendió. Miró bien y se fijó como el pito de su hermanito estaba bajo la tanga de Agus. 

-¡¿Te la metió?! ¿¿¿¡¿Están cogiendo?!??? 
-..No!… me la está apoyando en la cola! Pero no me la metas pendejito! 

El chico empujó más hacia delante, con la tanga algo corrida, y logró clavarle la cabeza de la pija toda hinchadita, en el medio del culo de Agustina… no podía creerlo. ¿Y si se le metía adentro? Estaría culeándosela! Estaría cogiéndosela por la cola a su hermana mayor.!! 

-Mmmmmhhhhh… ahí hermanito…-Dijo Agustina totalmente excitada, sintiendo la pija de su hermano en el agujerito de la cola. 

Martín trató de clavársela más, haciendo presión contra la delicada colita de Agustina… verla así de excitada, contra el mesón de la cocina.. fue demasiado, sintió que ya se venía. Inmediatamente la sacó de ahí y se movió hacia atrás, para no acabar… casi! 

-¿Qué pasa?-Preguntó Agustina con los ojos cerrados, con la necesidad urgente de tener la pija otra vez rozándole la entrada de su cola. 
-…Es que casi acabo hermanita! 
-…Metémela de nuevo… dale! 

Agustina ya estaba súper caliente… deseaba ser cogida allí mismo, de parada… deseaba que le corran la tanguita al costado y se la metan hasta el fondo de su conchita mojada… pero era su hermano… no podía hacerlo. 

Con su hermana mayor rogándole que le meta el pito en la cola, el chico no podía aguantar tanta calentura… respiró hondo, y se acercó a ella de nuevo, agarró la tanga de su hermana con un par de dedos, y la movió levemente, no podía verle el agujero del culo porque tenía los cachetes cerrados y eso lo impedía, pero metió su miembro duro y palpitante otra vez ahí… era increíble lo caliente que sentía esa parte del cuerpo de Agustina.. y ella sentía súper caliente la pija de su hermanito. 

Todos estaban transpirando… Florencia ya se dedicaba a mirar… y a ella también le chorreaba la concha… 

Mientras Agustina disfrutaba de tener la cabecita gordita e hinchada del pito de su hermano en la cola, sintiendo como le humedecía su agujerito con líquido pre seminal… abrió los ojos y miró a su hermana.. le sonrió, mientras Florcha se estaba acariciando el pubis por encima de la tanga, mirándolos. 

Martín ya tenía el instinto animal de acabar con todo y reventarle el culo a su hermosa hermana… otra vez estaba muy cerca de dejar de ser virgen… pero se contenía como podía, empujando, mientras su miembro chocaba contra el orificio de la cola de Agus.. y sus piernas chocaban contra las de su hermana… a ella la estaba matando sentir la pija tocarle ahí.. era tremendo… 

-¿Te puedo bajar la tanga Agus? Quiero verte la concha! 
-…No!.. eso no pendejo… 

El chico salió de ella, porque otra vez sentía que le llegaba el orgasmo.. mientras se calmaba un poco, miró a su otra hermana, y fue el turno de ella. 

Volvió a colocarse detrás de Florencia, la agarró de las caderas y le apoyó bien la pija parada en la cola… mientras jugaba pasándosela por la tanga chiquita… 

Se movía como si se la estuviese cogiendo así paradita… mientras Florcha suspiraba, notando la tanga empapada y la conchita virgen caliente. 

Agustina estaba como una perrita en celo… los miraba mientras se acariciaba una teta por encima del corpiño y se chupaba un dedo. 

Martín estaba como loco… se agachó, y metió su cara entre las piernas de Florencia, se acercó hasta la entrepierna, allí debajo de la cola, y le sintió el típico olor a concha excitada… 

La chica lo notó. 

-¿Qué haces nene? 
-Te estaba sintiendo el olor Flor.. ¿estás muy excitada? 
-Sí…pero no seas así.. me da vergüenza! 
-Es que me encanta tu olor a concha hermanita… 

Esto no hizo más que calentar al extremo al chico… ya el corazón le latía a mil…Volvió a ponerse de pie, y le dio una palmada en el cachete de la enorme cola. 

-Auuu!!!! 
-¿Qué? Si te re gusta… 

Le dio otra cachetada en el culo. 

-No lo hagas más! –Exclamó Florencia. 
-Si te encanta chanchita… ¿estás muy mojada?-Le preguntó Martín al darle otra cachetada en la cola. 
-Ahhh!! Sí… 
-Si qué? 
-Siiii estoy mojadaa! 

Tras escucharla así, Martín trató de calmarse porque iba a llenar la casa entera de leche… 

Las dos chicas no paraban de chorrear flujos con la situación… 

-Pegale vos también Agus! Mirá como le gusta!-Dijo Martín palmeándole la cola a Flor. 

Agustina aceptó y le dio una palmada en el otro cachete de la cola de Florcha. 

-Mmhhhh aaaahh.-Gemía Florcha, inclinada en el mesón, con las papas delante a medio pelar. 

Martín y Agustina continuaron dándole cachetadas uno en cada cachete gordo del culo de Florencia…que se iba poniendo cada vez más colorado y rojizo. 

-¿Te gusta Flor?-Le preguntó Agustina, mientras le palmeaba el ojete. 
-Aaaaia… bastaa…sí… me gusta.. pero esto está mal! 
-Nena mala! Te gusta que te den chachás en la cola!-Dijo Agustina. 

Martín no se tocaba la pija… si se la tocaba, o si se la metía otra vez en la cola a alguna de sus hermanas, iba a acabar.. estaba en extremo caliente.. mientras seguía dándole cachetadas en la cola a Florcha, junto con Agustina… ya tenía los cachetes rojos! A cada palmada, se le movía toda la cola… era tremendamente excitante! 

Florencia estaba a punto también de llegar al orgasmo.. sin tocarse siquiera… pero ahora con cada cachetada en su cola… era mucho placer.. se sentía tan chancha y sucia que le encantaba. Cada roce de su clítoris en la tela de la tanga era mortal… lo tenía húmedo e hinchadito. 

Trató de volver a la realidad, de bajar a tierra tras toda esta locura… 

-Basta… basta Agus… basta hermanito… en serio… tenemos que cocinar y preparar todo… y todavía no hicimos nada! 

Agustina pareció entenderlo, y dejó de pegarle en la cola… 

-..Dentro de un rato va a venir mamá y nos va a matar…-Volvió a decir Florcha. 

Martín trató de resistirse, no podía parar. Estaba demasiado caliente, en extremo excitado. La palmeó otra vez, y luego con ambas manos abiertas en los cachetes de la cola, se la manoseó entera. 

-Te estás pasando pendejo!!!! 

Florencia le quitó las manos de ahí, y el chico al fin se detuvo… 

-Me dejaron la cola roja! Me arde un poco…-Dijo Florcha acariciándose la cola, como dándose mimos. 

El chico se quedó así… se metió la pija paradísima adentro del calzoncillo, notándose a lo bestia la erección…hizo caso a su hermana, y empezó a acomodar las mesas, los manteles, y los cubiertos… 

Qué decir de Agustina… tragó saliva mientras se calmaba… agarró de nuevo el cuchillo para cortar el pollo… estaba con la concha bien calentita y mojada… toda viscosa, con la tanga bien húmeda… y tenía el agujerito rosado del culo lleno de babita de la pija de su hermano. 

Florencia se acomodó el pelo un poco… estaba re transpirada y colorada… quedó con la cola toda roja y caliente.. y la chochita babeada e hinchada. Su tanga directamente estaba mojadísima… la tela casi no alcanzaba para absorber tanta excitación que chorreaba de esa concha. 

Ambas chicas podían sentir el olor de lo excitadas que estaban… ese característico olor estaba en el ambiente…en el aire de la cocina… ese aroma a concha caliente, excitada y mojada…se miraron entre ellas disimuladamente y se sonreían… 

Se quedaron cocinando las dos en el mesón… y se quedaron bien calientes y excitaditas… ambas con la conchita mojada y chorreando, listas para ser cogidas. 

Prepararon la comida en ese estado… ya era la media tarde. Dejaron todo listo, encendieron el horno, y esperaron a que llegue mamá y luego los familiares para la cena de nochebuena… 

Martín preparó todo y se fue a bañar… abrió directamente el agua fría, bien fría, para refrescarse del intenso calor y de la intensa calentura que se había agarrado con sus hermanitas calentonas… 

Las chicas dejaron todo listo y se fueron a su pieza, para ya elegir qué ropa se iban a poner, y eso… 

Apenas entraron ambas a su habitación, Agustina la miró a Florencia desde atrás, viéndole la cola toda marcada y colorada. 

-¿Te sigue ardiendo? 
-¿Qué cosa?-Preguntó Florcha volteándose. 
-La cola! 
-Ahh… no, ya estoy bien… aunque sigo excitada! 
-Yo igual… ¿querés tocarme para ver como tengo la chuchi? 
-Dale.. a ver. 

Agustina se quedó parada y se abrió un poco de piernas. Su hermana Florcha se acercó, y le metió su manito en la entrepierna. 

Con dos dedos, le tocó la concha por encima de la tanga, notándola bien húmeda y suave. 

-Tocame vos a mí ahora.-Dijo Florencia. 

Florcha retiró su mano de ahí, y ahora fue Agustina quien llevó un par de dedos a la concha de su hermanita menor. Le tocó toda la zona de la vagina y la notó muy muy mojada. 

-Te mojaste mucho hermanita! 
-Sí… 
-Te gusta que te den palmadas en la cola zorrita! Jaja… 
-Ya te voy a agarrar! 

Agustina colocó ambas manos en las caderas de su hermana, agarró el elástico de la tanguita y se la bajó hasta los muslos… viéndole el pubis pobladito de pelos. 

Le pasó la mano por ahí, agarrándole esos pelitos, jugando mientras se miraban… 

-Qué ganas de coger que tengo!-Dijo Agustina. 

Luego, Florencia se sacó ella misma la tanga por completo, bajándosela por las piernas hasta dejarla tirada en el suelo. Se giró y se tumbó en su cama… algo cansada. Se le ocurrió una idea. 

Se arrodilló en la cama, y movió la almohada, hasta ponerla debajo de ella… la acomodó y se sentó encima de la almohada. 

-Awww… ¿vas a cogerte la almohada como cuando éramos chicas? 
-Sí! Necesito pajearme Agus… y los dedos no me alcanzan hoy! 
-Que buena idea! ¿Querés que lo hagamos juntas? 
-Dale.. pero cerrá la puerta! 

Agustina cerró la puerta de la pieza, y aprovechando que el chico se estaba bañando y mamá aún no llegaba, las hermanas querían sacarse la calentura. 

Enseguida ella también se quitó la tanga arrojándola al piso, y se metió en su cama, acomodando su almohada y sentándose encima. 

-Hace años que no lo hacemos! 

Ambas estaban cada una en sus camas, en corpiño, pero sin tanga, sentadas encima de sus almohadas… y comenzaron a cabalgarlas! 

Estaban tan calientes que tenían que masturbarse… se frotaban la concha contra las almohadas, ensuciándolas con sus flujos… rozando los clítoris contra las telas… 

Florencia en poco tiempo se estaba viniendo… se movía encima de la almohada bien fuerte como si estuviera cogiendo… y se frotaba la conchita caliente por toda la almohada. 

-Ahhhhhh… dios! 

Agustina lo hacía más lento, disfrutándolo más…mojando su almohadita… dándose placer, con su clítoris hinchado rozando la tela, era terriblemente satisfactorio… 

-Mmmmhhhh ayy ya casi estoy Agus!- Dijo Florcha ya casi en el clímax. 
-Yo también hermanita… uhmmm… tengo muchas ganas de que me cojan! dios…¿vamos a coger rápido? 
-Siii.. quiero coger rápido! 
-Mmmmhhh… vamos a coger rápido Flor… 

Aumentaron la velocidad ambas, rozándose y apretando la concha contra la almohada, tensándose y viniéndose ambas en un orgasmo simultaneo… 

-Ahhhhhhhhhhhhhhh… siiiiiiiiiiiiii 

Se agarraron fuerte de la almohada con las manos, mientras todo su cuerpo se derretía tras el orgasmo… se quedaron quietas, acostándose derrumbadas en la cama. 

-Uff… ¿Cómo estuvo?-Le preguntó Agustina. 
-…No me quedan ganas ni de hablar.. dios que bueno! 

Tras unos minutos descansando así, Agustina se levantó y preparó una toalla para ducharse…se fue a bañar… y luego fue Florencia. 

Ya bañadas, estaban las dos en la habitación, desnudas, con la puerta cerrada. 

Florencia abrió el cajón, agarró la primera bombacha que vió, y le tiró otra a su hermana… se vistieron casual… una faldita negra ambas, y remera ajustada con detalles. 

Mientras estaban charlando de alguna tontería, mientras se vestían… ambas todavía estaban excitadas… a pesar del orgasmo sobre la almohada… las dos seguían calientes… lo que había pasado esa tarde con su hermanito, había sido demasiado. 

A todo esto, llegó mamá.. ya a la tardecita, empezaron a caer los familiares que venían a cenar esa noche… algunos tíos que siempre veían sólo una vez al año… al primo.. a la prima… 

Saludaron a todos, poniendo sus mejores caras, y luego de un rato cenaron todos juntos. 

Cada tanto Agustina se mensajeaba con el novio, mientras Florcha se ponía al tanto de la vida de su prima… Martín ahí estaba calladito, aburrido… aunque con la pija a medio despertar, cualquier mínimo estímulo y se le pararía de inmediato… no había acabado a la tarde. 

Ya avanzando la noche, luego de la cena… el muchacho se cansó del aburrimiento… como al lado de él, a su derecha, estaba sentada su hermana Florcha, estiró la mano, hasta ponérsela sobre las rodillas descubiertas de la chica… todo esto bajo la mesa, donde estaban todos cenando, hablando de las típicas tonterías familiares de siempre. 

Florencia lo notó.. y lo miró de reojo. Martín empezó a subir la mano por la pierna… por los muslos, deslizando sus deditos… hasta que llegó a la falda. 

La acarició levemente, y le metió la mano bajo la falda a su hermana… mientras miraba a los demás en la mesa que nadie se de cuenta. Al otro lado, a la izquierda, tenía a su tía… por suerte el mantel era largo y tapada todo. 

Martín le empezó a acariciar la parte interna de los muslos a su hermana… que al recibir esas caricias, como ya venía caliente, empezó a mojar la bombacha otra vez… que remedio. 

Por el momento no le dijo nada… hasta que el muchacho subió más… y más… hasta estar al borde de tocarle la bombacha. 

En ese instante, Florencia le agarró la mano disimuladamente, y se la apretó…clara indicación de que de ahí no podía subir más. 

Se quedó jugando entonces en esa zona… tocándole el interior de los muslos a su hermana… los notaba calientes, mientras la chica se humedecía. 

Florcha agarró su celu y empezó a escribir por el whatsapp… 

“Tu hermanito me está tocando…” 

Presionó enviar. Se lo mandó a Agustina, que estaba sentada en frente. 

Agus miró su celu.. le sorprendió ver que le mandó un msje su hermana. Lo abrió y lo leyó… sintió un escalofrío por todo el cuerpo… dejó de hablar con el novio, para escribirle a su hermana. 

“¿En serio?... ¿Cómo? Contame!” 

Florencia escribió: 

“Me está acariciando… me quiere tocar la concha!” 

Agustina apenas lo leyó, se atragantó con la bebida… 

“Qué envidia! ¿Lo dejaste que te la toque?” 

“No.! Me toca los muslos… casi tocándome la concha!” 

Las dos ni se miraban para no levantar sospechas.. simplemente escribían en el whatsapp. 

“¿Te estás mojando?” –Le escribió Agus. 

“Siiiii”. -Respondió Florcha sonriendo. 

“Hdp. Vas a hacer que me moje!” 

A todo el asunto, el muchacho continuaba con sus roces… en uno de esos movimientos, sin querer uno de sus deditos rozó la bombacha de la chica… ella ni se dio cuenta.. pero él ya estaba con el pito haciendo presión en el jean… se puso el mantel encima para que por las dudas nadie le viera la erección. 

Tíos, abuelos, primos…todos hablando normalmente ahí… quien se iba a imaginar que las chicas tenían la chochita chorreando bajo la mesa… y que hacían cosas tan chanchas con su hermanito menor… 

La tía le preguntó a Florencia sobre el colegio, ésta le respondió las muy buenas notas que sacó al final, y la tía le dijo “Qué responsable! Siempre fuiste muy estudiosa.. ven? Ella es un ejemplo! Deberían aprender ustedes!” dijo refiriéndose a sus hijas, o sea las primas de Florencia.. mientras le sonreía… lo que no sabía la tía era que la nena estudiosa y responsable en este mismo momento tenía la bombacha toda mojada.. mientras su hermanito menor le metía mano y casi le estaba tocando la concha! 

Después de eso, trajeron la típica comida como los turrones y esas cosas, y ‘festejaron’ la navidad a medianoche. 

Un rato después, se retiraron los demás familiares.. algunos algo pasados de copas ya. 

Volvió el silencio a la casa. Mamá limpió un poco y se acostó enseguida, acusando mucho sueño. 

Los tres chicos se quedaron un rato viendo tv… cuando su madre se fue a su cuarto y cerró la habitación, empezaron a hablar en la cocina, de pie mientras levantaban la mesa. Hablaban en voz baja. 

-No podés ser tan pervertido! Me tocás en cualquier lado ya!-Dijo Florencia tratando de ‘retar’ de alguna manera a su hermano… 
-No fue nada!... Aparte seguro te gustó… 
-..Bueno.. sí me gustó.. pero no es motivo para que me metas la mano en la concha en cualquier momento! 

Los tres se rieron en voz baja… 

-Si ni me dejaste tocártela!-Respondió el chico. 

Martín le volvió a meter la mano entre las piernas, ahora estaban parados frente a frente, y se la metió debajo de la falda. Le acarició la parte interna de los muslos con los dedos otra vez, bien cerca de la bombacha… 

-Así te toqué… no te toqué la concha hermanita! 
-Me da vergüenza que me toques ahí! 

Florcha le sacó la mano de su entrepierna, mientras no paraba de humedecerse. 

-¿A vos te da vergüenza Agus?-Preguntó el chico. 

Llevó su mano a Agustina… sin decirle nada, se la metió bajo la faldita, subiendo la mano, rozándole la piel de los muslos con sus deditos… jugó con ellos en el interior de los muslos de su hermana mayor… 

La chica lo miraba mientras el muchacho continuaba jugando…la acariciaba toda ahí…sintiendo el calorcito… se la subió aún más… ya rozándole la bombachita… el chico podía sentir la tela… ¿ella sentía que ya casi se la estaba tocando? 

Al ver que su hermana no le decía nada, siguió rozándole la entrepierna… le pasaba los dedos lo más ligero posible por sobre los bordes de la bombacha… tocaba la tela… y la chica lo sentía, pero se dejaba. 

-¿Ves Flor? No pasa nada… mirá cómo la estoy tocando… 

Mientras se miraban a los ojos, Martín le apoyó un dedito en la concha, sobre la tela… enseguida lo quitó.. le pareció húmeda. 

Volvió a acariciar los muslos, bien arriba…y otra vez le apoyó el dedo en la chochita. Como su hermana se dejaba, subió bien su mano en la entrepierna de Agus, y le empezó a acariciar con dos dedos sobre la concha por encima de la bombacha… sin dudas la sentía bien húmeda! 

Florencia los miraba. 

-¿Te está tocando la concha?-Preguntó. 

Agustina se agarró la falda y la levantó, para mostrarle a su hermana. Ahora con Agus sosteniéndose la faldita arriba, podía vérsele toda la bombacha, y las piernas. Y por supuesto, ahora Florencia podía ver bien como Martín tenía sus dedos sobre la conchita de su hermana. 

Se excitó tremendamente al ver esa imagen. 

El chico mantenía sus dedos acariciando la vagina sobre la bombachita blanca de su hermana… presionó más, hundiendo un poco sus dedos junto con la tela, dentro de los labios vaginales. 

Inmediatamente Agustina sintió el placer, y se estremeció, cerrando los ojos. Martín no podía creer que le estaba tocando la concha a su hermana. 

Retiró la mano de ahí por un momento. Rápidamente se desabrochó el jean y sacó la pija parada afuera, mostrándosela a sus hermanitas. 

Una vez que estaba la pija al aire, volvió a meterle la mano en la entrepierna a Agustina. Mientras le rozaba la conchita… 

-Quiero verlas… quiero que me muestren la concha… ¿te puedo bajar la bombacha Agus? 

La chica no respondió.. ya estaba tan mojadita que no pudo contenerse al verle la pija tan parada, y llevó una mano para tocársela. 

La agarró con un par de dedos, levemente… mientras ambos se tocaban, Florcha los miraba… y ella también se empezó a tocar por encima de la bombacha. 

Agustina se la dejó de tocar, y se dio la vuelta, para mostrarle bien la cola… la bombacha blanca se le metía entre las nalgas… 

-Poneme el pito en la cola hermanito… pero no me bajes la bombacha! 

La chica se inclinó, poniéndose casi en cuatro, apoyándose las manos en la mesa. De esa manera, su hermano se agarró el pene y se acercó, hasta clavárselo entre los cachetes, haciendo presión en la tela de la bombachita… estaba tan excitado que se la manchó con la babita de la pija. 

Se la pasó por ahí, pero luego la bajó un poco, pasándosela por la concha, sobre la tela. Su hermana no le dijo nada. 

Le apoyó la punta de la pija entre los labios vaginales y trató de empujar, cuando su hermana mayor soltó un leve gemido. 

Al ver todo esto, Florencia ya se estaba tocando el clítoris por encima de la bombacha. Ella también se puso inclinada sobre la mesa, incitando a su hermanito a que le haga lo mismo. 

-Me toca!-Dijo Florcha. 

El chico la obedeció, y salió de Agustina para poner atrás de su otra hermana. Le subió la falda, viéndole toda la cola, y le puso ambas manos a los costados de los cachetes. Se los abrió un poco, le abrió un poquito la cola para meterle la pija… se la puso bien abajo, mientras la agarraba de las caderas. Trató de hacer lo mismo, flexionó un poquitín las rodillas para ponerle la pija en la concha. Lo logró. 

Apenas sintió su tronco apoyarse y deslizarse por los labios de la concha de su hermana, casi acaba. Le apoyaba la cabecita de la pija en la conchita, haciendo presión para metérsela.. mientras Florcha suspiraba y jadeaba. Ya estaba chorreando mucho, y su hermano lo notaba. 

Mientras se la pasaba por la chocha, le agarró el elástico de la bombacha, y quería bajársela. 

-Quiero que me muestres la concha hermanita… dejame bajarte la bombacha! 

Permaneció callada, gimiendo en voz baja, sintiendo la pija de su hermano chocar en su conchita virgen… 

-Me da vergüenza!… 

Martín llevó una de sus manos abajo, y la metió entre las piernas de su hermana. Le tocó entera la concha encima de la bombacha… estaba empapada! 

Florcha estaba ya muy caliente y llena de flujos… por primera vez su hermano le estaba tocando bien la concha, sintiendo sus labios gordos a través de la tela húmeda! 

-Mmmm… estas re mojada hermanita… mirá Agus.. tocale la concha.. mirá lo mojada que está. 

Agustina estiró su brazo y metió su mano en la entrepierna de Florcha… le tocó el clítoris y la conchita, su hermana se retorció y gimió. 

-Uhhhhh…-Gimió Florencia. 

El chico volvió a meterle la pija ahí, y se la pasó bien a lo largo de la chochita… ya el tronco se le humedecía con los flujos de su hermana, que la tela de la bombacha no podía absorber ya. 

-¿Te gusta que te pase la pija por ahí hermanita? 
-…Sii… ahhhh 
-Cómo te gusta Flor…dale mostrame la concha… mostrame cómo tenés la concha mojada porfa… 
-…Ahhhh... te la muestro si Agus también te la muestra… 

Florencia ya no daba más. Tenía que tocarse para tener el orgasmo.. y uno sólo no sería suficiente. La pobre ya sentía que se le caían gotas de su concha por los muslos… 

Martín se detuvo por un momento. La miró a Agustina. 

-…Ok.. te la vamos a mostrar… pero antes meteme de nuevo el pito en la cola… que me gusta mucho…-Dijo Agustina. 

El muchacho hizo caso a la tremenda puta de su hermana mayor, ella se abrió la cola con sus manos, y él le metió la pija dura en la cola otra vez, a ella eso le encantaba.. le encantaba sentirla ahí. 

-Metémela por abajo de la bombacha hermanito… ponémela bien en la cola! 

Hizo caso, y le movió un poquito, levemente la bombachita para meterle la pija bien adentro. Empujó, y volvió a sentir el cálido agujerito del orto de Agustina, chocar contra su glande gordo e hinchadísimo. 

-Uhhh… esoo… ahí pendejo… 
-Ahh.. hermanita… no aguanto más!... 
-Dale chanchito… dejamela un ratito más en la cola.. dejamela así clavadita que me encanta… 
-Me voy a venir Agus.. voy a acabar…! 

Agustina ya estaba como una perrita en celo…y Martín peor… tras todas esas cosas que le pedía su hermosísima hermana.. era casi inhumano seguir resistiendo… tenía la pija bien clavada en el agujerito de la cola de Agustina, y ya no daba mas… el líquido pre-seminal brotaba bestialmente, manchándole todo el culo a su hermana. Por algunas fracciones de segundo, se le cruzaba por la cabeza tratar de metérsela por la cola, que excitada como estaba su hermana, se dejaría… pero no lo hizo. Estaba al borde de acabar. 

Se despegó de su hermana. Ya no podía resistir más. Agustina lo entendió, mientras se mordía los labios, más caliente y puta que nunca. La chica se inclinó aún más, hasta quedar completamente en cuatro, paradita apoyada sobre la mesa. 

-Bueno… bajame la bombacha hermanito… dale bajame la bombachita y mirame la concha! 

El chico se bloqueó por unos instantes. Entre la extrema calentura, la leche que le estaba a punto de salir, la pija que le estaba por estallar, y lo que le pedía su hermana mayor… pensaba que ella se bajaría la bombacha. 

-¿Qué esperás pendejo? ¿Querés verme la chocha mojada o no?