Cinthya la mujer del gimnasio

Un día como tantos otros fui a entrenar en el gimnasio de unos amigos, en el cual se realiza todo tipo de actividad, ya sea de musculación, aeróbica, aerobox, King boxing, entre otras, yo soy luchador de esta ultima actividad y regularmente entreno es por eso que aquella noche me dirigí al lugar que ya llamaba segunda casa. 

Cuando llegue se estaba dando una clase de aerobox, mire y vi entre las alumnas varias chicas lindas con un buen cuerpo pero además bonitas de cara eso era mi inspiración antes de subir por esas escaleras que me llevaban a el lugar donde se encuentran las maquinas de musculación. Mi entrenamiento comenzó entrando en calor con poco peso y muchas repeticiones mi cuerpo empezaba a transpirar y me cabeza me seguía atrayendo hacia esas alumnas que se encontraban en el piso de abajo practicando, me acerque a la barandilla y ahí estaba Cinthya. 

Ella era rubia con un pelo lacio, delgada, 1.68 de estatura aproximadamente, tenia 37años, ojos azules, tenia piernas fuertes y bien marcadas lo que lograba que su cola este erguida y bien paradita, unos pechos grandes que cada vez que saltaba se movían como queriéndose escapar de ese top color gris que siempre recuerdo. Ella se percato de mi mirada sonrío a lo que yo me sobresalte y también tuve que reír para disminuir la vergüenza, volví a mi entrenamiento con una erección poco disimulable. 

La clase de aerobox termino, sentí como las chicas se empezaban a ir, y supuse que ella también se había retirado. Es así que me lleve una sorpresa cuando vi por unos de los espejos que subía por las escalinatas, aparte de mi había 3 chicos mas en la sala, a los cuales saludo y se dirigió hacia mi, me con un beso en la mejilla como siempre lo cual erizo cada parte de mi cuerpo. Realizo sentadilla lo cual cada vez que se inclinaba su cola se marcaba en esa calza color azul y sus pechos se notaban mojados a través del top, mi concentración aquella noche como ninguna otra se había esfumado solo fantaseaba con cada parte de su cuerpo, mira discretamente para no parecer un baboso mas, pero se dio y rió, por segunda vez en esa noche pasaba vergüenza y trate de volver a mis cabales, pero resultaba difícil, las veces que la había visto no preste atención a su silueta solo a sus ojos verdes y nada mas, la erección volvía, esta vez la tenia bien dura y sentía como mi pene comenzaba a lubricar e iba a explotar. 

Ella volteo y sonriendo me dijo – quedamos solos-, fue ahí cuando mi cabeza toco tierra y me di cuenta que todos se habían marchado, también sonreí y me apreste a retirarme cuando… 
-Ey ¿me explicas como eslongar así no me duelen las piernas?- pregunto 
- si claro- respondí 
Comencé a explicarle paso a paso, como debía estirarse y demás. En un momento y creo que a propósito retrocedió mientras me preguntaba si lo estaba haciendo bien y rozo su culo con mi pene estaba pidiendo sexo desenfrenado, fue como un mini orgasmo. Cuando termino dijo – estoy algo cansada ya me voy- 
- si también, estoy un poco cansado- respondí y salimos. 

Una vez afuera del gimnasio, nos despedimos como siempre con la diferencia que ese día después de haber visto y rozado es culo con mi verga me iba a masturbar como nunca antes pensando en Cinthya. Pero entonces ella me pregunta - te gustaría ir a mi casa a tomar algo, si quieres te puedes bañar ahí te presto ropa de mi hermano- Sin pensarlo acepte la invitación y subí a su auto. Al llegar vi que el edificio donde vivía era bonito con una fachada interesante, subimos a su departamento deje las cosas, ella también y se acerca a mi diciendo – queres tomar algo en especial yo voy a tomar un vino blanco, me gustaría que me acompañes- 
Sin poder negar la invitación asentí diciendo – si son tus deseos no hay problema, pero dime una cosa porque me invitas, a penas nos conocemos, somos extraños el uno al otro. 
- te invite porque eres el único hombre que me presta atención cuando le hablo, y últimamente desde que me deje con mi pareja estoy muy sola y quería compartir una copa contigo si quieres irte no me voy a enojar- 
- No me voy a ir me caes bien y siento atracción por ti desde que te vi me gustas mucho tu y cada parte de tu cuerpo- 
Pensé que ante aquella declaración se iba a enojar, pero me lleve una sorpresa cuando se abalanzo hacia y me dio un beso en la boca diciendo – Si se que te gusto por como me miras y por como tenias dura la pija hoy a mi también me gustas y quiero conocer cada parte de tu cuerpo bebe, no quiero dejarlo con las ganas al hombre que me enseña cada día- 
Las copas de vino rodaron por el piso, nuestros cuerpos transpirados después de una larga jornada se mezclaron, el sudor era parte de la excitación, en mi cabeza pasaban todas aquellas imágenes de su culo y de las incontables pajas que había derramado por esa mujer madura. 
Se puso de pie y con un baile sexi se comenzó a sacar el top gris que estaba todo mojado dejando ver ese par de tetas grandes que estaban sostenidas por un corpiño blanco, luego se desprendió de su calza azul, aquella que le marcaba su culo y donde se veía sin ningún problema su concha y esos labios vaginales queriendo escapar de si. 
Una vez en ropa interior acerco ese culo hermoso a mi cara se dio vuelta y empecé a chuparle el coño por sobre la tela de la bombachita, estaba muy mojada, ella me quito la musculosa y los pantalones, quede en boxer, con un suave movimiento la levante y la coloque sobre la mesada de la cocina, la mire sin creer lo que me estaba pasando y de la mujer que estaba adelante de mis ojos. 
- estas todo una puta amor, y te voy a hacer mía vas a ver como este nene te coje hasta que no des mas, vas a ser mi prisionera- dije 
Me respondió – hace lo que quieras conmigo pendejo chupame todo el papo, porque yo a esa verga la voy a dejar seca una vez que sea mía- 

Y así seguimos le quite la bombachita y ella se saco el corpiño sus tetas se liberaron eran hermosas y los pezones bien rozaditos, lo cual hizo que mi verga quisiera estallar, mientras le lamia el clítoris, los dedos de una mano jugaban dentro de ella y con la otra mano amasaba ese par de ubres jugosas, note que llegaba a su clímax, con lo cual acelere, ella con sus manos apretó mi cabeza y se corrió derramando todo en mi boca a su vez gritando como parecía hacia mucho tiempo no lo hacia 
- ha ha ha ayyyyy mi dios, pendejo siento que me muero, que bien me la chupaste, ahora me toca a mi- 
Me llevo de la mano hacia su cuarto, el verla caminar desnuda con su cuerpo bien depilado, y el coño humedecido con sus jugos y mi saliva y sus pezones bien paraditos me excitaron al máximo esperando así lo que venia. 
Me tiro a su cama, se fue y volvió con algo entre sus manos, era dulce de leche, me bajo el boxer, su cara de sorpresa al ver a mi pene lucir a lo largo y a lo ancho estaba bien duro y todo mojado por la cantidad de fluido que me había salido. 
- que pija grande que tenes bebe me sorprendí, me la voy a comer hasta que toque toda mi garganta- 
Me puso el dulce sobre toda mi polla y comenzó con el bombeo, me chupaba, me mordía y se lo llevaba bien al fondo que se atragantaba, pero se lo metía a todo el pedazo en su boquita, eso me enloquecía mas me chupo todo el dulce de leche y acelero el bombeo y acabe dentro de su garganta se ahogo con mi leche, hizo gárgaras con ella trago y me dijo 
- que ricoooo, pero mi conchita también quiere tomar esa lechita, se la das – me pregunto haciendo pucherito con la boca 
- claro que si, putita la voy a llenar de leche- 
- Cojeme bien fuerte, pero con cuidado que la tenes abusa y no quiero que me lastimes soy grande ya, jajajja- río 
De a poco penetre, sus gritos ahogados me volvieron un sátiro, y le di bien fuerte y ella profano un gemido muy fuerte – te gusta así nenita- - Si me encanta háceme mierda ayyy- 
Seguí bombeando, de vez en cuando paraba le daba un beso en la boca, le chupaba esos pezones ardientes y seguía dándole duro cada estocada hacia que sus hermosas delanteras explotaran mis manos las sostenían y ella con sus manos se aferraba a la almohada que era la única testigo del orgasmo que le esta por producir a esa mujer, y fue así se vino tirando sus jugos hacia fuera de la vagina mi bolas que chocaban con su culo me dolían y sabia que era señal que iba a acabar – derrámame todo a dentro no dejes escapar ni una gota- me decía 
Llegue a mi clímax y acabe largando un chorro muy extenso la llene de mi lechita a ese coño tan lindo y jugoso, saque mi polla y vi todo el semen saliendo de a dentro de mi puta hermosa. 
Exhaustos nos fuimos a bañar, volvimos a su cuarto, me cambie le di un beso a cada milímetro de su cuerpo y me despedí de ella, sabiendo que al día siguiente había una clase de aerobox en donde yo iba a estar presente con la mujer que con una invitación me había hecho el hombre mas feliz.

La cola sagrada de Vane

Hola a todos, soy Luciano y les cuento lo que pasó cuando conocí a Vane. Ella tiene 20 años ahora, esto pasó cuando ella tenía 18 y todavía era virgen. Somos los dos del barrio de San Isidro y la conocí por intermedio de Gonzalo, un amigo. Me la presentó en un boliche de la zona. Vane es morocha de bucles, sus medidas aproximadas son 90.60.96. El día que la conocí llevaba una remerita azul con breteles que dejaba al descubierto sus hombros y un escote por donde se le veía el corpiño blanco. Abajo tenía una mini de color negro y unas botas que la hacían más alta de lo que es en realidad. La minifalda se le marcaba tanto que los pibes aprovechaban para rozarle el culo siempre que podían. Cuando la ví, no podía creer lo diminuta que era su cinturita en relación con su terrible culo parado y duro como una piedra y sus piernas bien carnosas pero firmes a la vez. Empezamos a conversar y me dijo que iba al gimnasio bastante seguido. Obviamente le creí. Tan solo mirarle el culo cualquiera podía darse cuenta lo que sobresalía y se ajustaba a la tanga que no podía ver, pero seguro era bien chiquita. Después de tomar unos tragos nos fuimos y antes de despedirnos me pasó su mail. El pelo castaño bien oscuro, su piel bien blanca y suave y una boquita bien redondeada. Por donde la mires era hermosa. En la semana me olvidé un poco de Vane y el jueves me decido a mandarle un mail diciéndole que me gustaría verla para ir a tomar algo. No paraba de pensar en su culo, enorme y parado y esas piernas tan blancas y perfectas que me volvían loco. Ni les digo la carita de puta que tenía. Una nariz chiquita respingona y los ojos color miel bien suaves que contrastaban con los bucles oscuros que le caían hasta terminar en el escote donde dormían sus tetas no tan grandes pero bien paradas. Pero lo que más me enloquecía era el tamaño de su culo, bien parado y la cintura de avispa que tenía. Al rato me contesta el mail y me dice que le gustaba la idea de vernos asi que arreglamos para el viernes a la noche. La pasé a buscar por la casa y cuando bajó del ascensor no podía creer lo que estaba viendo. Se había puesto un pantalón tipo calza con unas polainas con botas abajo y una remerita cortita que le llegaba hasta la mitad del orto que le salía como si tuviera una pelota de fútbol escondida . Se había dejado el pelo suelto y lo tenía mojado o con gel, lo que le hacía un efecto recién salido de la ducha que me hizo parar la pija de verla nomás. La boquita bien chiquita con labios carnosos que salían hacia afuera, se la había pintado de rojo. Cuando me abrío la puerta me saludó con un beso en la mejilla y nos fuimos a tomar algo a un bar de por ahí nomás. Charlamos boludeces. De la familia, de los amigos en común y de lo mucho que a ella le gustaba hacer ejercicio. En un momento se paró para ir al baño y pude ver como los pibes que estaban jugando al pool en la parte de atrás del bar le comían el orto con la mirada. Era un espectáculo impresionante. Lo iba bamboleando de un lado para el otro, las nalgas duras y en el medio una tanga que debería estar recontra enterrada en su terrible ojete. Hasta vi a un pibe aplaudir cuando pasaba y otro morderse los labios sin poder creer lo que estaban viendo. La verdad es que no pude resistir la tentación y avancé por el pasillo que daba a los baños para ir a buscarla y cuidarme que ningún buitre se la lleve. Los baños quedaban bien al fondo del bar, por un pasillo que doblaba hacia la derecha y terminaba en el de hombres y al lado el de mujeres. Cuando llegué al final del pasillo me di cuenta que no había nadie. Miré hacia ambos costados y de la calentura que tenía con Vane hice una locura. Me metí en el baño de minas. Primero asomé la cabeza a ver si había alguna arreglándose o algo, pero la verdad es que el bar no estaba tan lleno, así que era obvio que no iba a haber nadie. Al final me metí y pude ver los pies de Vane en uno de los baños. Muy rápidamente me metí en el de al lado y me agaché para mirar por abajo. Eran de esos baños que no están hechos hasta el piso, así que uno podía ver para el otro lado sin problemas si me agachaba bien. Hice el menor ruido posible. El corazón me iba a mil . No entendía que carajo estaba haciendo ahí, la calentura de verle el culo desnudo me podía más que nada. Aparte la situación era muy morbosa. Podía entrar cualquier mina y eso me calentaba más. Me fui agachando con cuidado y lo que vi fue hermoso. Vane estaba parada arreglándose la ropa. Tenía la calza en las rodillas y una tanga blanca que se perdía entre los cachetes de su culo parado y duro. Se estaba acomodando la tanga y se la clavaba cada vez más en la raya del ojete. Mientras tiraba para atrás el orto para acomodarla mejor. Yo estaba tirado boca abajo en el box del baño y la pija me explotaba en el pantalón. Después vi como Vane se subía la calza y el culo le rebotaba de un lado para el otro mientras la acomodaba. No podía sacar la pija afuera porque era un re quilombo, pero llegué a frotarme así contra el suelo de la calentura que tenía. Esperé que saliera del baño ella primero y la espié por la cerradura. Se lavó las manos, se acomodó el pelo adelante del espejo del baño y salió. Esperé unos segundos mientras pensaba la locura que había hecho y salí por la puerta lo más rápido que pude. Por suerte no había nadie, y pude llegar a la mesa sin despertar sospechas. Siempre me había gustado espiar, pero nunca había llegado a meterme en un baño y ver un culo tan perfecto como el de Vane. Estaba como loco, de la calentura y la exitación que tenía, todo junto se mezclaba. Cuando volví a la mesa del bar, Vane estaba terminando el trago que se había pedido cuando llegamos. Me miró con cara rara. Estás re colorado, me dijo. Le dije que me había dado un poco de calor y se preocupó un poco pero le dije que no era nada. Si hubiese sabido que era porque le había visto el tremendo ojete parado en el baño de mujeres, y la había visto como tiraba de la tanga para que le quede bien adentro de las nalgas. Seguimos hablando de boludeces y en un momento le dije de ir para mi casa. Ella me dijo que tenía q volver temprano, pero que mañana se pasaba por mi casa si le daba la dirección. Le anoté mi dirección en un papelito y salimos. Si les gusta, les cuento como siguió todo.

El intachable Don Braulio.

Desde chica fui muy coqueta, me gustaba vestir polleras cortas, blusas con estes, lucir mis pechos y mis pernas. A medida que fui creciendo, lo hicieron también mis atributos de mujer. Empecé a trabajar como promotora en una empresa publicitaria. 
Todas las personas que me conocían me elogiaban, a decir verdad tenía muy buena figura. Y como siempre me decía un amigo, esa cara de ángel en ese cuerpo del demonio, puede llevar a la perdición a cualquiera. 
A pesar de que con el cuerpo y la cara que tenía, podía conseguir a cualquier hombre, la mayor parte de mi vida me la pasé soltera. Tanto así, que a los 21 años sólo había estado con 1 hombre, que era mi ex novio. 
Pero sí tenía una gran fantasía, y era tener sexo con alguien bastante adulto. Constantemente veía películas XX y me masturbaba con los videos de los "maduros" me ponían a 100 sus gemidos y ver como gozaban con solo un roce. 
Un día, iba camino a mi trabajo, llevaba unos jeans blancos y una blusa fucsia. Teníamos un evento a las 20:30 y a mi me gustaba llegar siempre más temprano que todas, para agarrar lo mejor de ropas, zapatos, etc. Al llegar, a eso de las 18 hrs, no había nadie en camarín, entonces entré, saqué mi notebook y me conecté a mi página en facebook. Estaba distraída mirando fotos y chateando con amigos, hasta que entró mi jefe, el dueño de la agencia. Un señor de apróximadamente 65 años, con canas hasta en el cerebro, pero muy buen cuidado físicamente. Un señor muy correcto, con una voz gruesas, de esa que tienen los locutores, unas manos blancas y finas, en dónde relucían su anillo de matrimonio. Tenía fama de ser muy bueno con las chicas, de no faltar nunca el respeto a ninguna. 
Me preguntó que hacía tan temprano y le respondí que siempre me gustaba llegar antes que todas. Me levanté para saludarlo y ví de reojo como me miraba los pechos, en ese momento me dije que era hora de cumplir con mi fantasía. El tan educado jefe, me miró las lolas. Me calenté, al saludarlo le dí un beso en la mejilla y al voltear como quién no quiere la cosa, acomodé más a la vista mis gemelas. En esas nos pusimos a hablar sobre lo que haríamos ese día y cual era el atuendo que ibamos a utilizar. Me dijo que el evento era de una marca de automóviles y que el atuendo iba a ser una calza toja enteriza. Me levanté del sillón y fui a sacar la calza y le dije -esperame un rato Don Braulio, me probaré ésta, a ver si me queda bien.. porque creo que he engordado algunos kilitos- El viejo se sentó y me esperó. 
Desde el probador lo llamé para que me ayudara a cerrar el cierre, el siempre nos ayudaba a todas cuando nos preparabamos, pero nunca así. 
Ay chica, tu siempre tan provocadora, agradece que estoy felizmente casado y que mi mujer aún me vuelve loco o en vez de desprender el cierre, te lo quitaba a besos - me dijo. 
No se preocupe Don Braulio, tengo la seguridad de que una persona como usted, nunca se fijaría en una niña como yo, le respondí. 
Y porqué dices eso? Eres hermosa, pones a 1000 a cualquier hombre a quien le gusten las mujeres. 
Entre esa platica y más, volteé a mirar disimuladamente su bulto, y bien que la tenía parada. 
Me agaché a prenderme los stilettos y lentamenteme fui acercando a el. Era mi momento. 
Mire Don Braulio, le voy a ser sincera. Usted me vuelve loca, no dejo de pensar en lo que sería tenerlo dentro mío, lo mío es meramente sexual y usted me pone más caliente que pava hirviendo, solo necesitaba decirlo esto y disculpe si lo incomodo. 
Pues, mira Gina, me ponés rojo. Nunca nadie me había dicho esto.. 
Mientras el trataba de hacerse el modesto, yo me paré frente a él y me empecé a sacar lentamente la calza, quedando en ropa interior. Sus ojos se abrieron más que nunca y me decía. Para Gina, esto no está bien, eres una niña. 
Pues sea usted mi papi, dejeme que lo haga gozar, es solo una vez y ya verá como no se olvida de esta niña jamás. 
Me senté en su regazo y lentamente fui moviéndome, para sentir su verga bien parada y tan dura. Le puse las manos hacia atrás y lo besaba lentamente detrás de las orejas, mientras ya escuchaba sus gemidos. Le desprendí la camisa mientras lo miraba fijamente, el atónito, no podía ni siquiera moverse.
Le dije que mi conchita estaba tan mojada, que en cualquier momento humedía hasta sus pantalones.. Largó un gemido muy largo, de esos que te demuestra lo caliente que está. Fui bajando espacito hasta llegar a su verga y lo mordía arriba de los calzones, estaba tan dura, que no pensaba en otra cosa que chuparsela. 
Le quite los pantalones, le bajé los calzones y BUM, era una verga gigantesca y gordísima, de esas que te harán delirar de placer. Le pregunté si me daba el gusto de dejar que lo mame.. el solo me miraba y decía que sí con la cabeza. 
Se la chupe, llené de mis salivas, la metía y sacaba de mi boca, la arrimé a mis pechos, así toda babosa.. le pasaba la lengua, como a un helado de chocolate. Le lamí los huevos, le chupé el culo y el viejo no paraba de gemir. Hasta me dió miedo de que terminé ahí y no le de tiempo de cogerme. despues de mamarselo así como 5 minutos, me pare, poniendo de espaldas a el y de cuatro. Rápidamente se levantó y me arrancó la tanga. Arrodillandose y chupandome el coño, yo gemía, no paraba, quería más, estaba enloqueciendo, quería tenerlo adentro, sentir que me rompía de placer. Cogeme, cogeme, no esperes más, le dije. 
Me puso boca arriba y con las piernas arriba, acercó su verga a mi concha y la metío tan rápido que pegué un grito de desesperación. 
Así de trola sos? Me dijo. 
Así como a vos te guste. Le respondí. 
Te gusta mi verga niña? 
Me la comería día y noche. 
Me siguió cogiendo, el viejo ya no daba más, y yo tampoco. Gritaba de placer. Mientras me frotaba los pechos y el me amaba a insultos. 
Ahora por atrás, me dijo. 
Ah, sos travieso, le respondí. 
Te voy a coger como lo que sos, una puta. 
No que era una niña? 
Sí, una niña puta. 
Me puse de cuatro, y como su verga estaba tan mojada, chorreando de mis liquidos, no hizo falta lubricarla. Sentí como esa punta entraba en mi culo, era una mezcla de dolor y placer infinito. Escuchaba sus "aaa aaa aaaaaa" y enloquecí más, lo fue metiendo de a poco, un poco más, un poco más.. hasta que sentí que lo metió por completo y que mi culo iba a explotar.
Movete, quiero sentirte. Le dije.
Empezó a balancearse, cada vez más rápido.. Mientras eso, escuchamos un ruido, eran mis compañeros de trabajo que venían hacia el camarín. Me reí, el se preocupó. 
No se te ocurra dejarme así, porque hasta que no acabes conmigo no salís de acá, le dije. 
Ven aquí. 
Y entramos al vestidor, no sin antes llaver la puerta. 
Me cogió tan rápido y con tanta velocidad, que no sabía si llorar, gritar, reirme o simplemente disfrutar. 
Me tape la boca con una toalla y lo disfruté. 
Al sacar su verga de mi culo, me arrodillé frente a el y se lo mamé, el viejo se venía y mis compañeras de trabajo también. 
Le mamé la verga hasta que se corrió en mi boca, en mis pechos, hasta mi obligo. 
Los dos quedamos sentados en el piso, mientras el me decía que esa era la primera vez que había engañado a su mujer en 40 años de matrimonio. Y yo le respondí, sobandole la verga.. "y no es la última". 

VIOLADA POR UN ALUMNO


Ya se había hecho la hora, y como era de esperar, puntualmente llego. Abrí, y ahí estaba Juan con una sonrisa - Buenas tardes profe. Dijo. - Hola, como estas? Dije y estirando la cara le dio un beso bien cariñoso en la mejilla. -Bien, contesto mientras me desnudaba con la vista. Luego lo hice pasar, mientras que el venia detrás mío, yo movía de lado a lado mi cola, caminando exageradamente. Le dije que se sentara y les di unos ejercicios, como excusa. Yo fui haciendo cosas de la casa siempre pasando cerca para que el pudiera apreciar de cerca y babearse. De pronto cuando me acerque a la mesa para sacar unas hojas, el me dijo -Esta muy linda profe y tiene el mejor cuerpo que he visto, todos en el colegio sueñan con usted. Medio que me sorprendí ante su reacción directa, pero luego sin perder segundo le replique -¿Así que sueñan conmigo? ¿Y vos también? El se puso incomodo ante mi pregunta, aunque había sido bien galante de entrada, ahora que yo había avanzado, el se quedo como helado ante mi pregunta. No sabia que contestar, se quedo callado, entonces yo le sonreí y me fui, el se quedo de cabeza metido en los ejercicios, y yo me senté cerca para ver como le iba. Después de un rato de silencio sepulcral, yo empecé a hablarle de cualquier cosa, entonces de pronto le mentí diciendo que tenia una cena importante esa noche y que no sabia si ir como estaba vestida, me pare y le pregunte -¿A vos que te parece, me queda bien? El me miro con lujuria de arriba abajo y entre cortado contesto –Si, esta hermosa. Yo seguí el juego, a ver hasta donde podía llegar, entonces entre medio comentario y media pregunta le dije –No se si me queda bien, de atrás me queda medio mal el pantalón este, vos que decís? Y me di una vuelta lentamente, al volver a verlo, el estaba quieto totalmente, como colgado, yo sin perder tiempo le pregunte -¿Qué pasa Juan, porque no me contestas? ¿No gusta como me queda? ¿Queres verla bien? El reacciono entre cortado y tartamudeando dijo - Por supuesto profe. Yo un poco nerviosa y totalmente excitada al ver que el gordito estaba en el auge babeando, como en un sueño, me puse en el sillón, baje la espalda y me baje mi pantaloncito, quedando con mi diminuta tanga, dejándole una fabulosa vista de mi hermosa colita. Me sentía rara, pero totalmente excitada ante la situación, entonces le pregunte -¿Qué te parece? ¿Te gusta? El estaba atonico, no lo podía creer, y nervioso contesto

–Por supuesto que si, esto es un sueño. Yo me sonreí al haber cumplido con el gordito, y note que intentaba ocultar su erección cruzándose de piernas. Yo estaba por subirme el pantalón y dar todo por cumplido, estaba muy extasiada, pero de pronto el dijo –¿No tiene ganas de sacarse la tanga profe? Ahora era yo la que me había quedado helada, un sacudón corrió por adentro mío, de excitación, ante esa propuesta indecente y sin darme cuenta estaba moviendo mis caderas en círculos. Estaba colgada justo cuento el en ese momento el gordito se paró y fue directo al sillón donde estaba. Yo me quede quieta, se me estaba yendo todo de las manos y me quede quieta para ver que iba a hacer el gordito, el se puso atrás de mi y metió sus dedos a los costados de mi tanga y tiró hacia abajo dejando toda mi cola al aire. Yo medio que reaccione, estaba todo fuera de de control y le dije -¿Espera que haces pendejo? El no me contesto y en un movimiento rápido, se bajo los pantalones dejando su miembro afuera, era normal, pero muy gordo, el se masturbaba velozmente y paso una mano por mi cola fuertemente, yo me empecé a levantar para sacarlo al gordo, ya el juego se había acabado, pero el de pronto con mucha fuerza me tomo del cuello y me llevo contra el sillón diciendo -¡Yo estaba seguro que usted era muy calentona y que hacía rato que tenía ganas que le den de verdad. Vamos chupe! Y puso su miembro en mi cara, presionando contra mis labios, el olor era nauseabundo, pero el me sujetaba con mucha fuerza así que no tenia otra opción, y abrí mi boca, a duras penas empezó a entrar en mi boca, el estaba eufórico y violento, y yo estaba temblando, el juego se me había ido de las manos y ahora estaba sufriendo las consecuencias. El se movía velozmente, manteniéndome en esa posición, yo tragaba su asqueroso miembro y tenia ganas de golpearlo, pero era imposible, el me tenia agarrada fuertemente, sujeta contra el sillón. De repente Juan se detuvo, sacó su miembro de mi boca, entonces yo le dije en tono fuerte -¡¡Vamos, soltame o vas a ver, te voy a denunciar!! El se empezó a reír fuertemente y gritó algo que me erizo la piel -¿¿Denunciar?? ¡¡Bueno pero con motivo, así que prepárese porque le voy a romper este culo que tanto le gusta mostrar!! Yo me quede atónita, intente soltarme con todas mis fuerzas, pero el me apretaba mas el cuello y me dejaba casi sin aire, entonces me sujetaba dejando mi cabeza en el sillón y mi cola apuntando al techo, dejándola bien a su disposición, el se fue acomodando detrás mío, mientras que yo le suplicaba, estaba aterrada, sentí como se acomodo detrás mío y me dijo -¡¡No sabe todos los que esperan este momento y ahora es mío!! Luego me tomo con ambas manos las caderas y empujo su gordo miembro dentro de mi cola, yo me quede quieta, no tenia fuerzas para pelear, sentí que el aire me faltaba y de pronto me salio todo gritando -¡¡AAAhhhggggyyy!!

El dolor era intenso e insoportable, no podía moverme casi y fui quedando de nuevo con mi cabeza sobre el sillón, dejándole a su plenitud mi hermosa cola, el al ver que yo estaba impotente entre sus manos, comenzó a moverse contra mi, acometiendo primero lentamente y después mas frenéticamente, mientras que gritaba -¡¡¡Ahhhhhh, que rico culito tiene profe!!! ¡¡Ahhhh, que rico y es mío!! Yo lloraba y apretaba los dientes de dolor y bronca, en esos momentos me acaba de desvirgar mi tesoro mas preciado, el que muchos novios me habían pedido y siempre lo negué, mis llantos brotaban de pensarlo solamente, el se movía con furia, acometiendo cada vez mas fuerte y gritando de gozo, mientras que yo gritaba de dolor. Mientras que el gemía, me decía de todo, como -¡¡Te gusta putita... te gusta que te rompan el culo hasta hacerte llorar!! Y me acometía con mas fuerza, era lo peor que me estaba pasando en la vida, mientras que el lo disfrutaba como lo mejor de su vida, de pronto gritó -¡¡Ahhhhhhhhaaaaaaa te voy a llenar el culo de leche, puta!! Y soltó todo su asqueroso liquido en mi ser, haciéndome gritar y llorar aun mas, por la humillación, estaba tan adolorida que no podía moverme, me dolía todo el cuerpo, estaba media inconsciente y hasta me quede dormida unos minutos. De pronto sentí que me golpeaban la cara, como pude abrí los ojos y ahí estaba el pendejo maldito, pegándome en la cara con su miembro duro nuevamente, mientras me decía -¡¡Vamos profe levántese que todavía tengo mas para una putita como usted!! Yo estuve por golpearlo, pero el al ver mis intenciones, rápidamente me agarro del cuello y me lo apretó, amenazándome con romperlo, yo con lagrimas en los ojos le pedí que se fuera, pero el sonrió y me siguió apretando, hasta que el dolor era mucho y yo intente decirle que me soltara, entonces me pregunto -¿Se va a portar bien profe y hacer todo lo que le diga? ¿O le sigo apretando el cuello? Yo casi sin aire conteste un –Si, ahogado. Entonces el me soltó, por mi cabeza pasaban miles de cosas, me sentía muy culpable y con miedo ante la fuerza del gordito, el maldito gordito se había transformado. Rápidamente y sin perder tiempo, me metió su miembro en mi boca hasta el fondo, haciéndome dar una arcada terrible, me obligo a chuparlo por mucho tiempo, el gozaba y me miraba con una sonrisa de deleite total, de pronto ya palpitando su miembro, lo sacó de mi boca y se masturbó rápidamente delante de mi cara, hasta acabar salpicándome entera, mi frente, mis pelos, mi boca y gemía diciendo -¡¡Ahhhhhh, siiii profe que bien se ve, llena de mi leche!! Yo lloraba a mas no poder y no podía ver, luego empecé a limpiarme y cuando pude abrir los ojos, el ya se estaba yendo sonriente y me dijo -¡¡Nos vemos en clase!! Yo me quede quieta, llorando en el sillón y me fui a bañar, no sabia que hacer, miles de cosas pasaban por mi cabeza, odio, dolor, humillación y culpa sobre todo, no sabia que hacer, no podía denunciarlo o hacerlo expulsar porque si contaba lo que había pasado me moriría de la vergüenza y hasta tal vez salía todo en contra mío.

Desde ese día comencé a vestirme lo mas tapada posible, me sentía muy culpable por lo sucedido, el en clase hacia como que no había pasado nada para mi suerte, pasaron dos meses y ya nadie me miraba, poco a poco me empecé a sentir poco apreciada por todos, ya no me aplaudían ni escuchaba comentarios sobre mi, y algo raro sentí en mi interior, era como que necesitaba eso, que me admiraran, que me desearan o que por lo menos fantasearan conmigo, eso me hacia sentir bien. Así que un día decidí volver a mi anterior vestimenta y dejar ese penoso momento de mi vida atrás, rápidamente volví a captar toda la atención que en esos meses no había tenido y mi moral subió haciéndome sentir muy bien, Juan seguía sin hacer nada fuera de lo normal para mi suerte.

Me acuerdo bien ese día de calor, yo llevaba puesto un pantalón de vestir celeste bien ajustado y de tela bien finita y arriba una remera blanca ajustada, como siempre unos tacos altos y mis lentes negros, me tocaba dar clases en uno de los primeros años que quedan en el tercer piso del colegio, llegue medio tarde así que estaban todos los alumnos en sus respectivos cursos y casi no había gente por el patio, yo esperaba el ascensor tranquila hasta que llego, abrí la puerta, corrí la reja y en ese momento apareció Juan, que entro conmigo al ascensor sin dejarme cerrar y cerro el, yo sentí que el miedo recorrió mi cuerpo y estuve a punto de gritar, pero no podía hacerlo ya que saldría todo a la luz y quedaría como una cualquiera que no lo había denunciado en su momento, el dirigió una sonrisa de superación, yo no le di importancia y toque apresuradamente el botón del 3 piso, el ascensor arranco lento como siempre y el silencio era sepulcral, llegando ya al 2 piso me iba sintiendo mas aliviada, cuando el toca el botón de parar el ascensor, mi miedo volvió y rápidamente le dije -¡Que haces! ¡Vamos no jodas pendejo! El se puso con su espalda tapando los botones del ascensor y me dirigió una mirada de arriba abajo, desnundadome con la mirada y dijo mirándome -¡¡Que rica esta profe, quiero volver a probarla!! Yo trague saliva y mi sangre hirvió, cruzo por mi cabeza golpearlo ahí mismo, pero yo sabia que el tenia mucho mas fuerza que yo, y mi cuerpo tembló por un minuto al sentirme nuevamente impotente. El lo sabia muy bien y sonreía deleitándose, entonces me dijo -¡No lo haga mas difícil profe, haga lo que le digo y nadie se va a enterar de nada! Yo lo mire fijo, aunque el no me podía ver que miraba yo, pero no conteste como aceptando el sucio trato.

El supuso que yo había aceptado y me dijo con tono fuerte -¡¡Vamos profe, dese vuelta, apoyese contra la pared y arquee su espalda sacando ese culazo bien para afuera!! Yo deje mi maletín en el piso y casi llorando cumplí con lo que el me pidió, Juan no sacaba la vista de mi cola y luego dijo -¡¡Así me gusta profe, que siga siendo la misma putita a la que le gusta mostrar el culito!! Yo me sentía sucia y humillada, pero a la vez muy deseada y extraña, la situación de estar así dominada por ese pendejo me excitaba un poco, de pronto se acerco rápidamente me tomo por la cintura y me apoyo descaradamente mientras que me decía al odio bien bajo y casi gimiendo -¡¡Siente lo dura que me la pone verla profe, vamos muevalo un poquito!! Yo ya llorosa, lo pare un poco y lo moví contra el, mientras el me respiraba fuerte en el oído, debía estar gustandole, porque rápidamente sus manos me atraparon los pechos y me los apretó casi gimiendo, mientras yo seguía refregando mi cola contra su miembro, habrán pasado 5 minutos y se apartó de mi, metiéndome una mano bien en mi cola y sobandome bien para arriba, sentí que casi me levanta con ese manoton, luego destrabo el ascensor y siguió hasta el piso 3, cuando me estaba por bajar me dijo -¡¡El sábado la voy a ir a visitar profe!! Yo seguí caminado sin hacerle caso, pero todo mi cuerpo temblaba en la caminada, mezcla de miedo y excitación por sus palabras.

Luego de dar una clase que casi no se ni lo que explique, ya que mi mente estaba nublada con el episodio que había vivido me fui a mi casa, pensaba muchas cosas, pero no podía concentrarme y de pronto me venían pensamientos, de que no me había dicho a que hora iba a venir, pero luego mis pensamientos se contraponían pensando en que pretendía ese pendejo violador, mientras que mi cuerpo no sabia que sentir. Llego el sábado a la tarde y yo no había tenido noticias de Juan, luego de comer me fui a mi habitación y me acorde de ropa que me había comprado para ir al gimnasio, así que sin perder tiempo me la probé, era un pantalón tipo calza ajustadísima celeste y una remera blanca sin manga ajustada también, me mire al espejo y me veía realmente muy bien, me sentía bastante llamativa y sensual, mi pequeña cintura quedaba descubierta, y marcaba bien la curva de mis caderas, me hacía ver increíble, la remera se ajustaba a mis pechos que sin sostén notaban la suavidad de la tela, me sentía muy bien viéndome. Cuando de repente volvieron a mi mente las imágenes de cómo aquel pendejo se había aprovechado de la situación, me sentí mal de pronto, me sentí muy culpable y rápidamente quise sacarme la ropa esa. Cuando de repente sonó fuerte el timbre y una corriente recorrió mi cuerpo, muerta de miedo me fije quien era y ahí vi a Juan, mi corazón comenzó a latir cada vez más y no sabia que hacer. Pensé rápidamente en salir y echarlo, diciéndole todo el odio que le sentía, pero de repente volvió a sonar el timbre fuertemente y mi pensamiento desapareció, baje y abrí la puerta, el se sonrió sádicamente, y yo me quede para sin saber que quería, entonces el tomo la iniciativa diciéndome -¡¿Vamos para arriba profe!? Yo trague saliva y estaba por insultarlo cuando de repente apareció al lado de Juan, uno de los celadores del colegio, el tipo gordo y rubio de casi 1.90 de altura, yo me quede helada, entonces Juan agrego -¡Vamos, solo queremos verla o quiere que les cuente a todos lo que hizo conmigo! Yo me sentía confundida, todo era muy raro, no sabia que responder, cuando ya habían entrado a mi casa y estábamos en el living, yo me sentía furiosa por no poder echarlo, cuando me dijo -¡Profe nos muestra su colita y nos vamos y yo no la molesto nunca mas!

Yo sentí mucha furia, pero sus palabras de dejarme en paz pasaron rápidamente por mi cabeza y acepte con bronca, el se dio cuenta y me dijo con tono sutil -¡Puede apoyarse en esa pared si quiere! Yo me sonrojé y sin protestar me fui hacia una pared blanca y sin adornos que había en mi living. Yo sabia como hacer para que les gustara verme y luego se fueran, así que cerré los ojos y apoye mis manos en la pared a la altura de mi cabeza, arquee un poco la espalda, sacando mi cola para afuera. Luego comencé a moverla en círculos lentamente, no quería abrir los ojos, pero era inevitable la intriga que sentía por ver que estaban haciendo, cuando me di vuelta para ver y ahí los vi a ambos sentados cerca mío, moviendo sus miembros de arriba abajo, no pude evitar mirar el del celador que sobre salía su cabeza como una manzana roja brillante, de repente Juan dijo -¡¡Yo sabia que le sigue gustando mostrar ese culito rico que tiene!! Yo me volví para mirar la pared y cerré los ojos nuevamente, seguí moviendo mi cola un rato más, cuando Juan dijo -¡¡Ya que es la última vez que la voy a molestar!! ¿Me muestra su tanguita por ultima vez, yo dude y en ese momento el celador dijo con vos fuerte y agitada de excitación evidente -¡¡Siiiii bajese la calza y muéstrenos esa tanguita!! Yo sentí un escalofrió recorrer todo mi cuerpo y sin volver a pensar, metí los dedos en el costado de la calza y tiré hacia abajo muy despacio hasta dejarla a la altura de las rodillas y dejando al descubierto mi tanguita blanca que era diminuta y dejaba ver mi preciosa colita casi desnuda, de pronto Juan se acerco por un costado y se llevo mi calza y me insinuó que me quitara la remera, yo medio con miedo lo hice, y luego le dije -¡¡Vamos anda a sentante!! El lo hizo sin chillar, y luego cuando estaba sentado mirándome le dijo al celador con un tono de excitado total -¡¡Viste que la profe tiene un culito hermoso!! ¡¡Vamos profe cuéntele a salvador (que es el nombre del celador) como le hice la colita hace unos meses!! Yo estalle en un llanto y no conteste nada, me sentía muy humillada y pensé en echarlos en ese momento cuando de repente salvador interrumpió y me pregunto -¿Le gustó que le hicieran la colita? No se porque no pude contestar, pero sabia que no, en ese momento solo me di vuelta y lo mire fijamente. Luego me di vuelta mirando nuevamente la pared, sin saber porque no había podido contestarle. De pronto salvador se paró y poniéndome más cerca mío me dijo -¡¿Por favor, puedo acariciarle esa hermosa cola que tiene, que me vuelve loco!? Yo estalle en furia y le conteste -¡Quien te pensas que soy! ¡Basta se van los dos de acá, yaaaa! Cuando me estaba por dar vuelta, salvador me metió un manoton en mi cola, y me la apretó de una manera que casi me levanta ante tan mano que me metió, yo tire un codazo, pero no podía darme vuelta, entonces el rápidamente me tomó por la cintura y apoyo todo su bulto en la línea de mi cola, yo empecé a gritar -¡¡Bastaaaa soltame, váyanse!! Pero el me sujetaba con fuerza y me punteaba con mas fuerza y me dijo al oído

-¡¡De acá no me voy hasta que te destroce este culito hermoso!! Yo temblé de miedo, y volví a sentirme muy culpable e impotente a la vez, rápidamente Juan se acerco para aprovechar de la situación y sin perder mucho tiempo me pusieron en cuatro patas sobre la alfombra de mi living. Salvador me sujetaba por mas que yo me movía, intentando librarme, entonces le grito a Juan -¡¡Vamos tenela quieta a la putita que la quiero ensartar!! Rápidamente me tiró la tanga hacia abajo, dejándola en mis rodillas y se levanto, para luego descender lentamente hasta que llego a apoyar su tremendo miembro en la entrada de mi cola, yo tomé aire y de pronto con una embestida me embistió hasta el fondo. Yo grité mucho mas y las lagrimas explotaron en mis ojos -¡¡¡AAAAAAhhhhhyyyyyyyyyyyggggggggg!!! Intentaba soltarme de la opresión, pero era imposible, Juan me tenía bien agarrada y salvador estaba con casi todo su peso encima mío, que parecía como poseído. Me embestía con mucha fuerza, yo no podía ni gritar del dolor que sentía y solo lloraba, Juan tocaba mis pechos, los estrujaba fuertemente y velozmente sacó su miembro que ya estaba completamente empinado y lo metió de un golpe en mi boca, yo no podía creerlo, nuevamente me pasaba un abuso, tal vez era culpa mía, o tal vez me gustaba, pero en ese momento no me gustaba para nada y no podía creer que estuviera yo, toda una docente, joven, con un excelente físico y linda, en manos de estos dos asquerosos, cerdos y que en su vida deberían haber soñado con tener una mujer con mis características. Juan se reía vilmente y le decía a salvador -¿Yyyy viste que bueno está ese precioso culito?

Salvador que me embestía con fuerza, con vos cortada y agitadísimo le dijo -¡¡Si esta muy cerradito también!! Yo gritaba de dolor y lloraba ante la humillación, esperando que terminara salvador y me dejaran en paz, pero el no lo hizo y de pronto sacó su miembro de mi cola, se vino al lado de Juan y apartándolo, metió todo su miembro en mi boca acabando y sujetándome la cabeza, me obligo a tragar todo su asqueroso liquido. Yo me sentía peor que antes, totalmente adolorida y humillada, pero ellos no perdían el tiempo y rápidamente Juan se sentó en el sillón y dijo -¡¡Venga y siéntese en mi verga!! Yo me quede quieta, sin poder casi moverme, entonces salvador me tomó de mis brazos y me levanto, llevándome hasta estar delante de Juan, yo casi me desvanecí sobre el y el rápidamente metió su miembro en mi, yo al estar casi desmayada sobre el, quede muy cerca de su cara y el aprovecho y me encajó un terrible beso de lengua. Yo intente rechazarlo, pero el me sujeto de los pelos, luego me tiró para atrás la cabeza y me dijo con un grito -¡¡Vamos perra, cabalgame!! Yo ante el dolor, lo hice rápidamente y comencé a moverme rápidamente sobre el, no se cuanto habré estado sobre el, pero poco a poco empecé a excitarme y no sabia si podría resistirme a gemir, entonces empecé a morderme los labios, para no gemir, pero Juan se dio cuenta y tomándome de mi cola, me empezó a decir -¡¡Vamos profe, gócela, si se que le gusta, si es una puta!! Y se reía vilmente, y me movía mas fuertemente, yo saltaba sobre el y cada vez el calor me invadía mas, hasta que de pronto sentí que Juan, me apretaba fuertemente mi cola, y su boca comenzó a lamer mis pechos, mientras que se reía y me movía con violencia, era como una muñeca de trapo encima suyo, me tomaba de la cintura y me sabia y bajaba con mucha fuerza y no pude contener mas mis gemidos y comencé a gritar el placer prohibido -¡¡Ahhh!! ¡¡Ahhh!! ¡¡Siiii!!¡¡Ahhh!! ¡¡Ahhh!! ¡¡Siiii!! ¡¡Ahhh!! ¡¡Ahhh!! El se reía y obviamente mis gemidos lo hicieron acelerar mas sus movimientos, pero de repente Juan dejo de moverme y casi yo seguí sola, hasta que pare y de pronto sentí a salvador completamente encima mío, apuntando a mi cola, yo me di cuenta y le tiré un golpe hacia atrás gritando -¡¡Noooo, hijo de puta suéltenme!! Pero ya estaba casi preparado para hacer un sándwich conmigo, yo me intentaba zafar y pataleaba como podía, pero ellos se reían y me decían -¡¡Vamos putita, si bien que te gusta!! Y salvador metió totalmente su gordo miembro en mi cola, el dolor fue demasiado y las lagrimas saltaron de mis ojos, me sentí asfixiada y luego grite -¡¡AHhhhhhhgggyyyyy!! ¡¡Ahhhhhgggggggggggyyyyyyyy!! Y poco a poco salvador dirigió los movimientos, lentamente de atrás adelante medianamente lento, ante mis fuertes gritos de dolor, yo casi me desmayaba sobre Juan, no daba mas, y sentía que el dolor me pasaba por todo el cuerpo, era algo infernal sentirme entre esos dos sujetos todos transpirados y con hambre de mas placer a costa mía. De pronto ambos empezaron a moverse contra mí con más fuerza, al mismo tiempo que Juan me apretaba mis pechos y los dos me apretaban aun mas haciéndome sentir que me partían al medio y yo gritaba -¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! Cuando pensé que me iba a desmayar de tanto gritar y sufrir, salvador se quito de atrás mío y quede en las manos de Juan, el cual empezó a acelerar sus movimientos y poco a poco me hizo empezar a llegar a un clímax imposible de describir, no podía sentir tanto placer prohibido y contra mi voluntad, pero era así, no podía parar de gemir -¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Siiii!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Siiii!! ¡¡Siiii!! ¡¡Siiii!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! Y de pronto Juan largo todo su liquido en mi interior gimiendo y gozándome diciéndole a salvador -¡¡¿Viste que puta es!!? ¡¡Como le gusta, es una perra insaciable!! Yo me sentía muy mal, lloraba avergonzada y no podía mirar a ninguno de los dos, Juan me volcó sobre el sillón y me dejo ahí toda adolorida, yo no podía hacer nada, me sentía muy culpable y adolorida, mezclado el sentimiento con el orgasmo tan grande que acababa de sentir.

No me podía mover, ellos se dieron cuenta o se cansaron también, porque se vistieron rápidamente y se fueron, dejándome tirada ahí hasta que pude reponerme.

Al otro día sentía una mezcla rara de sensaciones, ya que me sentía usada y humillada, pero por otro lado sentía una dominación hacia mi que me hacia sentir algo en mi interior raro de explicar, luego de ir al colegio que pude hacerle frente sin retraerme y seguir siendo yo, fui a comer a mi casa, mas o menos cuando estaba terminando, sonó el teléfono atendí rápidamente y del otro lado me dijeron -¡¡A las 9 esperame en casita!! Aunque fue muy corto el llamado sabia que era Juan, desde ese momento me di cuenta que iba a ser suya, lo que empezó con un juego y siguió con una violación, termino en mi dominación, para que el hiciera lo que quisiera conmigo y cuantas veces quisiera.

mi amante


Quiero contarles que mi esposa es algo bajita, 1.50, pelo rojizo, tez blanca, muy hermosa y extremadamente sensual cuando quiere, tiene una cola que me desconcentra mas de una vez, sobre todo cuando la veo boca abajo en la camita con esa tanga toda metida en esas profundidades, dejando verse un triangulito por encima de sus nalgas que despiertan mi morbo.
Quiero contarles lo que pasó una noche que fuimos a la disco, luego de haber ido a cenar. Ella había tomado un trago que le puso los ojos un poco brillosos, titilantes y con una mirada de gatita celosa, yo por otro lado había tomado un par de cervezas que ya me habían empezado a hacer efecto. Ya entrando en la disco, empezamos a caminar y después de bailar un rato, entre las luces y el humo de cigarrillo que se te va metiendo en a la cabeza de a poco, nos sentamos en la tarima descansar, mientras tanto fui hasta la barra, a buscar un par de tragos. El local estaba tan lleno de gente que llegar y salir de ese lugar es algo complicado, pero lindo, porque siempre hay mujeres al acecho en el paso y confieso que pasar apretados y sentir que mi bragueta roza un culo o que un par de tetas toca mi espalda, me caliente y bastante.
Venía con los tragos cuando logro divisar entre la espesura de la noche que alguien se había sentado al lado de mi mujer, era un tipo ya un poco grande, al cual conozco, y que al verla sola, atractiva, como es ella, se le tiró el lance, de manera que decidí quedarme un rato oculto y esperar a ver que pasaba!!!. Vi que charlaban y el como que, quería convencerla de algo, ella estaba un poco nerviosa, supongo que sería porque yo estaría volviendo enseguida. Pero como mi demora era notable, se levantaron y encararon para el lado de los reservados, que son tan oscuros que no se ve ni lo que se habla. Yo no podía entender como me podría estar haciendo algo así, pero a su vez, sentí curiosidad y excitación al saber que estaba observando en directo lo que podría pasar con mi mujer y que además ella sabía que yo la estaría por ahí mirándola desde algún lugar.
Decidí seguir el juego mientras observaba de lejos y me tomaba la jarra de fernet-cola a tragos agigantados, tenía una sed mezclada con ansiedad y calentura. Traté de acercarme lo mas que pude sin que se diera cuenta que la había estado siguiendo, estuvieron charlando y vi que ella se sentó sobre su falda mientras el recostado en ese sofá seguramente se calentaba viendo su figura bailando frente suyo, nunca la había visto hacer semejante cosa, me sorprendí al ver lo bien que se movía, sus caderas al ritmo de la música, con sus manos ella tomada las suyas y con las piernas abiertas como si estuviera montando a caballo y dándole la espalda, levantaba su piernas por encima de las suyas y el se quedaba inmóbil, sorprendido por semejante actuación. Se dio vuelta y mirando hacia el se le sentó encima y comenzó a hacerle movimientos pélvicos sobre su bragueta, siempre al compás de la música. Yo no perdía detalle ni cuando llevaba la jarra a la boca. No podía creer lo que estaba viendo.
En un momento volvió a la posición de antes y con sus piernas abiertas seguía su baile y vi como el tipo con un brazo la tenía de la cintura y con la otra mano se la metió entre las piernas y empezó a tocarle la vulva, se le pegó la mano, no se la sacaba y ella hacía gestos de placer, se mordía los labios y pasaba sus manos por su cuerpo al ritmo de la música, cerrando sus ojos sin percatarse de que alrededor había otras parejas, que claro, tampoco les importaba lo que pasaba a la redonda, ya que estaban en algo parecido. El tipo, con una mano le tocaba la concha y con la otra empezó sobarse el bulto, se ve que estaba envergado hasta el ombligo, y yo ni contarles, no solo eso, mi pulso estaba totalmente descontrolado, sentía un temblor en las piernas y un calor que corría por mi espalda.
De pronto abrió sus ojos y me vio...la muy zorra me hizo un gesto con la lengua pasándoselos por los labios como invitándome a la fiesta, y yo seguía entusiasmado con el espectáculo, ella pasó uno de sus dedos por su entre piernas y sacando un poco de caliente flujo de su vulva se lo pasó por la boca al candidato, se agachó hacia el y le dio un lengüetazo en la boca, le sonrió y lo dejó con el marlo calentito, se vino caminando hacia mi, me tomó de la mano y me llevó a la pista a seguir con el baile.
En ese momento estaban pasando una música que no podés hacer que tu cuerpo se controle y la guacha se movía como una víbora en celos, abría sus piernas y una de las mías entremedio sentía que su vagina esta completamente húmeda, su tanga desbordaba de flujo caliente, y yo anonadado, todavía no podía comprender lo que había visto y lo que estaba viviendo ahora. Tenía los dos tragos mis manos, ella tomó uno y empezó a beberlo como si tuviera una sed incontrolable, me agachó la cabeza y me dijo al oído:
- no sabes las ganas que tengo de que me cojas.
- Y yo no sabes lo caliente que quedé después de lo que vi, le dije
- Te gustó, papito, te calentaste... no era eso lo que siempre quisiste?, ver como tu mujer es capaz de hacer calentar a un macho? Lentamente nos fuimos hacia la puerta, yo la llevaba delante mio entre la gente apretujados, tenía mi pene totalmente duro y ella lo sentía en su cola, llegamos al auto y emprendimos marcha hacia un lugar mas tranquilo. Puse música, y no pasaron ni 50 metros y se me tiró de cabeza entre mis piernas, me desprendió el cierre del pantalón y mi verga exclamó presencia al toque.
Bueno...no puedo explicar de que manera la muy calentona, me pasaba la lengua, me lo chupaba con ardiente frenesí, me hizo sentir las cosa mas hermosas que nunca había sentido, ir manejando en la noche, en medio de la ciudad tratando de disimular el placer que me daba sentir una boca deborándome la pija.
- no puedo creer como chupas verga, le dije jadenate....aaaahhh
- te gusta no?, y que me lo trague todos asiiiiiii, mmmmm shhchp chp cluppp
- ay mi amor, que bien que se siente. Seguí así, despacito que yo me estoy imaginando como se lo hubieras chupado al tipo ese.
- Mmmmm, te gustaría verme?
- Claro, sabés que es mi fantasía!! Le dije.
Mientras buscaba un lugar tranquilo en la noche, ella seguía muy entusiasmada con su chupada, y me dice.
- acabame, papito, quiero tu leche en mi boca, me la quiero comer toda, porque después quiero que me cojas y me comas la cola sin descanso hasta que me arda.
No tardé mucho y en una descarga sin descanso le deje mi fluido bien en la garganta, se tomó toda mi leche. Y me siguió chupando la verga hasta que me la limpió. Yo no sabía si parar o seguir, porque no hay placer mas lindo que ir manejado y sentir que estas acabando.
Estacioné el auto a un costado del camino, acomodamos los asientos y lentamente fui sacándole la ropa, cuando saqué su tanga, su concha correaba un fluido que no había visto nunca en tanta cantidad, estaba re caliente, eran varias cosas a la vez que habían pasado. Me inundé la boca con su fluido que tenía un olorcito a calentura que me empezaba a excitar de nuevo. No tardó mucho en acabar y apretándome la cabeza y entre contorneos de pelvis tuvo su primer orgasmo entre gemidos y jadeos que podía oírse desde afuera:
- aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiii, mi amor, papito, chupame todaaaa asiiiii, comeme la cola ya que no aguanto mas, quiero una pija adentro, que dilate.
La puse en cuatro patitas en el asiento trasero y con el mismo flujo de mi chupada y el de su vagina le lubriqué el huequito punzante. Le apoyé mi verga ya dura nuevamente y se la enterré despacito pero sin descanso, hasta el fondo:
- así te gusta?
- Siiiiiiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhhhh,... mmmmmmmmmmmmm si mi vida...
- Te gusta sentirla?
- Me gusta como me abre el culo, tu pija duraaaaaaa, siiiiiii, seguí sin descanso, cogeme, fuerte...
Comencé a hacer embestidas cada vez mas fuertes hasta que me dice:
- enterrame esa poronga en la concha...
me senté y se me subió encima, y quejándose: -aaaaaaaaayyyyyy papito, se la comió hasta los huevos, y empezó a cabalgar sin descanso, hacía círculos en mi verga y yo sentía que me estaba muriendo del placer, no podía comprender lo puta que podía ser mi mujer y con vos agitada le dije:
- que putita te estas portando eh?
- Y a vos te gusta no?, guacho calentón!!!, te gustó como lo calenté al tipo en la disco?, la verdad que tenía ganas de cogérmelo ahí mismo, pero no voy a perderme la oportunidad, no lo dudes.
- En serio?
- Por supuesto, y cuando lo agarre le voy a hacer esto... te gusta?
- Aaaaaahhhh por favor, que tenés adentro de esa conchita, una exprimidora?
- Si algo que te va a dejar sin una gota, sin aliento, te voy a coger hasta que me digas basta.
Siguió su cabalgata hasta que empecé a sentir que mi reserva se venía cada vez mas cerca y llegamos juntos en un dúo de quejas y gemidos interminables que no se pueden escribir, ni describir, era puro placer, un ardor que recorría el cuerpo y una mezcla de dolor con desesperación en la cabeza, algo extremadamente sensacional.
Luego del cansancio y el éxtasis nos quedamos tendidos un rato y marchamos muy lentamente a casa. Fue una noche maravillosa, una noche de lujuria y placer que quisiera volver a repetir.
Después de ese día empecé a sentir un poquito de miedo a saber que cuando sale sola con sus amigas no puedo conciliar el sueño porque el tormento que se produce en mi cabeza pensando lo que puede estar haciendo no me deja pegar un ojo. Desde esa noche me di cuenta, que mi mujer, es mi amante y la mas puta cuando quiere...y eso, me gusta.

Le entregue el culo a mi vecino

Fue una pelea tonta, estúpida. Y una vez más, como tantas, el detonante fueron los celos. 
Hacia ya casi un año que salía con Marcos y siempre discutíamos por lo mismo. Estaba harta. No es que fuera exageradamente celosa, pero la verdad es que él me daba motivos de sobra para serlo. 
Le había perdonado algunas, pero ésta, le aseguré, no se la iba a dejar pasar. Y lo peor del caso es que, pese a todas las pruebas en contra, me lo negaba. Me hacía pasar por loca. 
-¡Te vi, te vi, yo misma te vi!- le decía a los gritos, intentando que, por lo menos, una vez reconociese su falta. 
Pero no había nada que hacer. No daba el brazo a torcer. Se empecinaba en su tesitura y de ahí no se movía. 
Siempre era yo la que aflojaba y terminaba perdonándolo, sin siquiera reprenderlo. Pero esta vez fue diferente. No se la iba a hacer tan fácil. 
Prácticamente lo eché a empujones de la casa. No quería verlo. No quería escucharlo. 
Aunque sabía que, tarde ó temprano, iría corriendo a su lado. Pero por lo menos quería que tuviera su merecido escarmiento. 
Justo cuándo él se iba, entra al edificio Daniel, mi vecino del departamento de al lado, quién ya más de una vez me había visto desnuda e incluso haciendo el amor por la ventana. 
Pese a que sabía que estaba comprometida, cada vez que nos cruzábamos, ya sea en el ascensor, en la entrada ó en el pasillo, me invitaba a tomar unos mates en su casa. Por supuesto que yo siempre me negaba, de buena manera, argumentando mil y un compromisos para rehuir la invitación. 
Aunque en esta ocasión, cuándo me lo propuso, le dije que si, sin titubear siquiera. 
Estaba despechada, con ansias de venganza y Daniel me parecía tan bueno como cualquiera para consumar mis planes. Además, estaba ahí nomás, al alcance de la mano. 
Subimos, entonces, a su departamento, y mientras él calentaba la pava, ( y yo el pavito ), me entretuve mirando algunos de sus trofeos deportivos y las fotos familiares que adornaban los muebles. 
En varias de ellas aparecía con su novia, una rubia exuberante que, por alguna razón, me resultaba conocida. 
-Es linda tu novia- le comente cuándo me convido el primer mate. 
-Ah, gracias, es modelo- repuso. 
-¡Por eso me parecía conocida!- exclamé chasqueando los dedos –seguramente debo de haberla visto en alguna revista, ¿no?- 
-Es probable, si, hace bastante publicidad gráfica- asintió. 
-Y decime una cosa, teniendo a tremenda mujer al lado, ¿Qué haces acá perdiendo el tiempo conmigo?- le pregunte. 
-Bueno, yo no considero que lo este perdiendo. Creo que vos y yo, es más estoy seguro que vos y yo podemos pasarla muy bien juntos- me aseguró. 
-¿Y que te hace pensar eso?- quise saber. 
-¿Puedo serte absolutamente sincero?- me pidió. 
-Por favor- le permití. 
-Bueno… me encanta como gemís, gimiendo de esa forma tenes que ser una bomba en la cama- me confesó. 
Tras soltar una medida risotada, lo miré y le pregunte: 
-¿Así que lo del mate era solo una excusa? ¿Lo único que pretendías era llevarme a la cama?- 
-¿Esperabas otra cosa?- replico a su vez. 
-No, la verdad que no- afirmé. 
En ese momento se produjo un silencio incómodo, aunque nuestras miradas, intensas y explícitas, no dejaban de cruzarse la una con la otra. 
Estábamos sentados el uno frente al otro, tan cerca que hasta podía sentir el aroma de su loción para después de afeitarse. 
Entonces fui yo la que quebró aquel silencio. 
-Dani… me gustaría chupártela, ¿podría?- 
Se bajó el cierre, extrajo su miembro con la mano derecha y comenzó a acariciarlo. 
-¡Por favor!- 
Recorrí de rodillas la distancia que me separaba de él, me incliné sobre su verga y me la metí en la boca. 
En cuestiones orales nunca fui de andarme con rodeos. 
Estando con los ojos cerrados, completamente concentrada en mi absorbente ocupación, escuchaba sus complacientes jadeos, suspiros exaltados, a la vez que con sus manos me alisaba el cabello ó me acariciaba las orejas. 
-Vero, ese novio tuyo, ¿ya te rompió el culito?- me pregunto. 
Liberé mis labios por un momento y levanté los ojos hacia él, mientras deslizaba su sexo contra mi mano, suavemente. 
-No, ¿porque?- aunque pecaba de redundante, se lo pregunté. 
-Porque me gustaría hacértelo, ¿Qué te parece?, ¿me dejas?- me pidió. 
Luego me enteraría que su novia, la conocida modelo, no le permitía que se la metiera por atrás. Algo relacionado con la firmeza de las nalgas, no sé. Y por eso recurría a mí, creyendo que yo no tendría problemas en aceptar. Y no los tuve. 
Aunque en rigor de verdad ya Marcos y algún otro novio que tuve me habían pedido sodomizarme. Al perecer mi colita resulta bastante tentadora, pero en ese momento, pese a la insistencia, rechacé tal posibilidad. 
Ahora era diferente. Creía que eso era lo que se merecía Marcos por todas sus infidelidades, las del pasado y por las por venir. Que otro me hiciera eso que él tanto deseaba. Que otro me rompiera el culo. 
-No me vas a hacer doler mucho, ¿no?- me preocupe, poniendo carita de cordero degollado. 
-Solo un poquito- me prometió. 
Y así, un rato después, estaba echada en el suelo, desnuda, a cuatro patas, con el culito incitantemente levantado, esperando por la procaz consumación de mi audaz revancha. 
Previamente Daniel me untó el ojete con un poco de lubricante anal, el que no había podido utilizar con su novia, y con el forro ya puesto, me la enfiló por atrás, rompiéndomelo de a poco, firme y sostenidamente, sin aflojar en ningún momento esa presión que ejercía sobre mis esfínteres. 
En verdad el dolor no resulto ni tan poquito, como me había dicho, ni tan demasiado. 
Un punto intermedio, quizás, aunque si supo intensificarse cuándo empezó a moverse dentro de mí, dentro y fuera, con estocadas cada vez más violentas, dejándose caer pesadamente sobre mí, penetrándome con todas sus fuerzas, arrancándome unos jadeos que traducían, con la más absoluta fidelidad, lo emocionante de la situación. 
Estaba rota. Agujereada por la retaguardia. Salvajemente atravesada. Reventada a más no poder. Con el culo perforado hasta lo más profundo de mis entrañas. 
Lo sentía a Daniel fluyendo imperiosamente por entre mis intestinos, y estallaba de gozo. Jubilosa y complacida. 
Era sumamente placentero. Una delicia distinta aunque igualmente de intensa y fulgurante. 
Me gustaba que me culeara. Que me hiciera el culito, ó que me comiera el pavito, como se dice vulgarmente. 
La revancha para con mi novio había resultado todo un éxito. 
Yo podía serle tan infiel como él a mí. Lo había demostrado. ¡Y de que manera! Mi culito roto no me deja mentir. 

la primera vez q me hicieron la colita

Tenía quince años y mi primer novio 20. a los 15 ya tenía 100 de tetas lo que era muy atractivo para cualquier tipo y una cola parada y grande. Hacia un año que salíamos y ya me había desvirgado la conchita como regalo de cumpleaños, tenía una verga enorme, el tenía mucha experiencia y yo solo sabia lo que el me había enseñado. Le gustaba que le chuparan la verga escondidos en cualquier lado y cuando íbamos en el auto quería que usara minifalda porque a vece paraba en cualquier rincón y me cojia sin vueltas. Siempre me acariciaba la cola pero nunca me había penetrado yo ni me imaginaba que se podía coger por ahí. El siempre me acariciaba pero nunca amagaba a nada más. Siempre me decía que le encantaba mi culo y te tenía pensado algo muy especial para mí le gustaba que le chupara la pija sin la tanga y con el culito parado para mirármelo. Pero no me decía nada más. 

Una noche en su departamento habíamos terminado de cenar. Me llevo al sillón de la mano, yo ya sabia que me iba a coger y lo esperaba ansiosa, ya tenía la tanga húmeda cuando me acariciaba y me decía que linda putita que sos amor como te mojas. Me tenía parada delante de el me bajaba la tanga y metía su lengua húmeda y caliente para comerme la concha, yo temblaba ahí parada sintiendo su lengua y le dejaba todos mis jugos en la boca . Después subia y me comía los pezones que ya estaban duros como piedras, me los mordía haciéndome temblar, sabia que quería que me cogiera. Pero esa noche me dijo que me iba a enseñar algo nuevo. Me llevo a la cama, me puso la pija en la boca como siempre mientras me miraba la cola y me la empezó a acariciar, vi que había aceite de bebe en la mesita pero no pensé para que podía ser. 

Entonces casi de golpe me acostó en la cama y me lleno la concha con esa pija divina mientras me comia las tetas casi salvaje , me decía al oído que quería que acabara que me tenía una sorpresa, yo no aguante mas y me moje toda temblaba cada vez que me hacia acabar-
 

Entonces me dijo_ date vuelta putita_ me empezó a besar el cuello y bajo por mi espalda y llego con su boca a mi cola, me susurro relajate bebota . entonces con su lengua empezó a acariciar mi agujerito virgen, yo temblaba sentía su lengua húmeda 

Entrando en mi agujerito que se cerraba solo , el me decía relájate bebe . agarro el aceite de bebe y me lubrico al agujerito que se cerraba solo con el contacto de sus dedos , yo sentía las gotas de aceite caer por mis piernas estaba nerviosa y ansiosa no me imaginaba que quería hacer. Entonces lo supe, me levanto la cola y apoyo la cabeza de su verga en la entrada de mi culo , me susurro relájate bebe primero va la cabeza sola_ entonces sentí que la cabeza me penetraba y que me rompía el culo literalmente yo grite y me quise escapar pero el me agarro del pelo me puso de nuevo en la espalda y e dijo putita tu culo es mío y luego no fue tan amable, me lubrico de nuevo me beso el cuello y me dijo relajate bebe asi te vas a dilatar mas rapido y me volvi a penetrar pero esa vez me hundio la pija hasta el fondo del orto yo grite de dolor y a la vez me calentaba porque parecía que me estaba violando. Sentía como me cojia por el culo s pija entraba y salia sin dejarme respirar y latia apretada porque no me terminaba de dilatar y empeze a mojarme a la vez que me moria de dolor, con uno de sus dedos me empezó a acariciar la conchita mojada y me dijo ves que te gusta putita ¿ ves que estas mojada ¿? Me seguia cogiendo por el culo a mansalva sin sacarmela mas que para volver a cogerme hasta el fondo . yo sentía que el culo me dolia y a la vez no quería que dejara bde cojerme hasta que empezó a acabar y sentía que la pija le latia mientras la leche se escapaba de mi agujero ya desvirgado. 

Después de esa noche cada vez que se le antojada me daba vuelta me corria apenas la tanga y me hundia la pija en el culo hasta llenarme de leche. Yo terminaba dolorida y caliente porque ya a esa altura me hacia acabar sin tocarme la concha . no importaba donde estabamos buscaba la forma de meterme en algun rincón o en un baño y sin preámbulos me cojia por el culo hasta dejarme toda la leche adentro. A veces apenas me bajaba el pantalón o me levantaba la pollera y ya sentía la cabeza de su pija caliente en el entrada de mi agujero y mientras me apretaba las tetas y la hundia hasta el fondo diciendome al oído que mi culo lo volvia loco. Después de el se me hizo un vicio, y me vuelve loca que me hagan el culo en cualquier parte.